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La Sociedad Alemana de Endocrinología (DGE) ha publicado un estudio en el que se señala que la probabilidad de algún padecimiento en los niños y las gestantes es mucho mayor si el padre ya está entrado en años.
Por ejemplo, los estudios muestran una correlación entre la edad del padre y condiciones como el autismo y la esquizofrenia en los hijos. Con una pareja mayor de 45 años, el riesgo de desarrollar diabetes gestacional también aumenta para la mujer. Y para el niño, el riesgo de nacimiento prematuro aumenta cuando el padre tiene más de 45 años.
Una de las razones es que las células madre responsables de la producción de espermatozoides se renuevan repetidamente a lo largo de la vida. Copian, por así decirlo. "Y con cada copia disminuye la calidad y aumenta la posibilidad de errores", explica el profesor Stefan Schlatt, director del Centro de Medicina Reproductiva del Hospital Universitario de Münster.
Estas conexiones, sin embargo, no son tan fuertes como las que hay entre la edad de la madre y complicaciones como el síndrome de Down. Pero no sólo la edad, sino también la salud general del hombre es decisiva en el factor de riesgo. "Cuanto más sano es un hombre, más sano es su esperma", señala Schlatt. Por lo tanto, un hombre de 60 años que está en forma tiene que preocuparse menos que un hombre de 45 años que ha fumado toda su vida.
Especialmente en estos casos, Schlatt aconseja a los hombres mayores que desean tener hijos que busquen asesoramiento. A diferencia de las mujeres, el efecto no es irreversible: aquellos que cambian su estilo de vida y, por ejemplo, dejan de fumar, pueden mejorar de nuevo la calidad de las células madre y de los espermatozoides y por lo tanto la posibilidad de un embarazo sin complicaciones.