¿Hemorroides? Combátalas a tiempo

Pican, queman, y encima todo eso en el trasero. Para muchas personas se trata de una cuestión un poco vergonzosa, por lo que no hablan siquiera con su médico de ello.

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Pero cuando lo hacen, lo que suele salir a la luz es un problema bastante frecuente: las hemorroides se hincharon. Es importante acudir al médico: si el paciente las ignora, la cosa se puede poner mucho más desagradable.

Las hemorroides son en realidad venas que se encuentran en el ano o la parte inferior del recto. Todos las tenemos. Si no existieran, todas las personas sufriríamos de incontinencia. Sin embargo, cuando se hinchan pierden la forma y ya no contienen bien el recto. Esto hace que se salga líquido hacia el exterior y se vea afectada la delicada piel en la zona anal.

Esto no sólo puede causar picor y quemazón, sino que también se pueden producir pérdidas e incluso sangrados. En ese caso, los médicos hablan de un problema de hemorroides. Si la sagre es de un color rojo claro, es probable que se tengan hemorroides. Si es más bien rojo oscuro, puede ser indicio de una enfermedad del intestino. Por eso, en cualquiera de los dos casos, las personas afectadas deben ir al médico y asegurarse un diagnóstico y un tratamiento.

Los motivos por los que se producen las hemorroides son varios. Por un lado, puede haber una tendencia genética a tejidos conjuntivos débiles. Tampoco ayudan el estreñimiento ni la falta de movimiento: si el cuerpo no se mueve, tampoco lo hace el intestino. Esto lleva a que el afectado se siente al váter y presione en demasía, lo que empeora las hemorroides. Es decir: pasar largo tiempo en el baño leyendo el diario no es buena idea, ya que eso no hace más que ejercer una presión demasiado grande sobre el recto.

Los problemas de hemorroides tienen cuatro estadios: en el estadio uno, las hemorroides se agrandan, pero no se las ve desde afuera. En el segundo estadio salen al exterior cuando se va al baño y luego se retraen. En el tercer estadio, podrían escapar espontáneamente, por ejemplo cuando se hace un trabajo corporal pesado. En ese caso, las hemorroides ya no se retraen solas, sino solo manualmente. En el cuarto estadio ya no es posible retraerlas.

Para que esto no suceda, es imprescindible acudir cuanto antes al médico. En el estadio uno se inyecta en las hemorroides un medicamento que hace que se retraigan. En el segundo, se coloca un anillo de goma sobre la zona sobre la parte afectada, lo que hace que los tejidos excedentes se despidan al ir al baño después de unas dos semanas. En el estadio tres y cuatro ya sólo queda operar para quitar el tejido excedente. Y la recuperación no suele ser del todo fácil, por lo que siempre es mejor no llegar a ese punto.

Para prevenirlas, lo mejor es comer mucha fruta, verdura y productos integrales y moverse mucho. Tomar abundante líquido también ayuda a que el intestino funcione bien. Si así y todo se tiende al estreñimiento, lo mejor es consumir semillas de lino y tomar mucha agua. Las semillas son ricas en fibras y ayudan a regular la actividad del intestino de forma menos invasiva que los laxantes de venta libre.

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