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Bien abajo: Allí se encuentran los compartimentos para frutas y verduras. Pero no todas las variedades soportan el frío. Las frutas exóticas como los ananás, el mango o las bananas no van a la nevera.
Estante de abajo: Acá van los alimentos que pueden echarse a perder fácilmente como carne o pescado.
Medio: En el estante que va por encima van los lácteos como nata y yogur.
Bien arriba: Aquí van el queso, los ahumados o los restos de comida.
Puerta: Huevos, leche y bebidas necesitan solo un frío ligero y por eso están mejor en la puerta.