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Muchas veces los afectados no llegan ni a enterarse y la infección se cura sola. Pero si el corazón afectado se resiente del esfuerzo físico, los gérmenes patógenos pueden provocar daños aún mayores y un inocente resfriado puede convertirse en una enfermedad seria.
Los síntomas de una miocarditis son muy variados. En los casos más graves se puede percibir por el dolor en el pecho, la dificultad para respirar o la alteración en el ritmo cardiaco, pero es frecuente que se manifieste con decaimiento y vómitos. A menudo se da la sensación de que regresa el resfriado u otra infección y en ese caso habría que consultar al médico y que ausculte el corazón.