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Los especialistas afirman que los diabéticos con sobrepeso son los primeros que deberían intentar perder unos kilos, ya que la diabetes tipo dos y los kilos de más están estrechamente ligados.
En el caso de personas con diabetes tipo dos, el tipo de diabetes más frecuente, el cuerpo produce insulina, que baja el nivel de azúcar, pero esta ya no tiene el efecto adecuado en las células. Esta llamada resistencia a la insulina puede producir que los órganos acumulen grasa.
Si las personas con diabetes tipo dos pierden peso y se mueven más, pueden impulsar la quema de grasas, lo cual hace que los órganos y músculos respondan mejor a la insulina. Los medicamentos solo se recomiendan cuando el cambio de estilo de vida no surte efecto.
De acuerdo con un estudio británico, quien pierde al menos 15 kilos en los seis años posteriores tras recibir el diagnóstico de diabetes tiene mejores posibilidades.
Una de las formas más simples y efectivas de perder peso es con una dieta a base de fórmulas o polvos dietéticos con las que se reemplazan parcial o totalmente comidas. Todo esto, por supuesto, con supervisión médica.
Lo más difícil es, de todas formas, mantener luego el peso. Por eso, es importante el asesoramiento médico y hacer una dieta que permita no sufrir un efecto rebote. También es ideal que la familia acompañe: es muy difícil mantener una alimentación sana cuando otros no lo hacen. Y de paso se beneficia toda la familia.
El movimiento es importante para perder peso pero no masa muscular. En grupo es además más fácil de sostener. Por eso, lo ideal es buscar un grupo con el que salir a caminar, por ejemplo, o hacer cualquier otra actividad grupal.