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- DEPORTES
Parecería contradictorio pero no lo es: cuanto más se mueva, menor será el riesgo de sufrir caídas. "El baile, por ejemplo, entrena el equilibrio", explica el profesor Clemens Becker, de una Clínica de Rehabilitación Geriátrica de Stuttgart. Hacer gimnasia, caminar y nadar o hacer ejercicios acuáticos facilitan los movimientos y refuerzan la musculatura general. Eso sí: si usted nunca hizo ejercicio, hable primero con su médico.
No es necesario ir a un gimnasio. Se pueden hacer muchas cosas en casa. Por poner un ejemplo: tome una silla firme y pesas pequeñas. Colóqueselas por encima de los tobillos y luego póngase de pie junto a la silla, sosteniéndose del respaldo. Sin quebrar la cintura ni soltar la silla, levante una de las rodillas lo más que pueda acercándola al pecho. Luego baje la pierna y repita el ejercicio con la otra pierna. Haga el ejercicio diez veces con cada una.
- RETIRE POSIBLES OBSTÁCULOS
Casi todas las viviendas tienen algún detalle que fomenta caídas. Puede ser un cable medio suelto o una alfombra que se frunce cuando uno pasa por ahí. Vale la pena detectar esas cositas con las que uno se tropieza todos los días y comprar, por ejemplo, una esterilla anti-resbalón para colocar debajo de la alfombra o, si su problema es en la ducha, colocar grifos o manijas que le sirvan de sostén. También es sumamente importante tener buena luz en los ambientes.
- HÁGASE UN TEST DE LA VISTA
Si uno ve mal, difícil que pueda ver a tiempo algo en el camino. En la tercera edad es primordial ir una vez por año al oculista.
- CALZADO
El calzado es muy importante. Debe darle seguridad y, sobre todo, tener suelas de un material que no patine. Eso también es importante a la hora de comprar pantuflas. Además, si usted suele caminar con la ayuda de un bastón o de un andador, hágalos revisar una vez por año.
- ALIMENTACIÓN
Mantener una buena alimentación es importante a lo largo de toda la vida, pero más a edad avanzada, sobre todo por el consumo de vitamina D, que ayuda a mantener los tejidos y la sustancia ósea. La necesidad de vitamina D no siempre se cubre por vías naturales, así es que se puede reforzar en forma de pastillas, pero siempre bajo supervisión médica.
- REVISAR LA MEDICACIÓN
Si toma una medicación de modo regular, no deje de ir al médico con todas las pastillas una vez al año para que evalúe si debe seguir con las mismas dosis o no. Si uno está tomando, por ejemplo, demasiado somnífero, puede que de día esté menos despierto, sobre todo al levantarse, y eso lleve a una caída.