Cómo conservar frutas y verduras

En otras épocas el conocimiento sobre las propiedades de los alimentos y su almacenamiento se transmitía de una generación a otra.

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Pero en estos tiempos, la transmisión oral casi no funciona: se consumen cada vez más comidas hechas fuera de casa, muchos comen solo algún bocadillo durante el día y en un gran número de familias se cocina solo los fines de semana,

Esto es lo que ha constatado también Dietlind Hanrieder, una experta en ciencia de los alimentos de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Anhalt, en el este de Alemania.

"Por ejemplo, toda la fruta proveniente de los países del sur no debe guardarse en la nevera", señala.

Muchos consumidores saben que las manzanas contienen gas etileno y, por lo tanto, acelera el proceso de maduración de las frutas que están cerca, explica por su parte la nutricionista Antonia Blumenthal. "Pero muchas personas no saben que incluso los tomates emiten el gas de maduración. Y tampoco saben que pierden su aroma en la nevera", agrega.

No sólo las manzanas y los tomates aceleran la maduración de las frutas. Este compuesto químico orgánico también se encuentra en aguacates, peras, higos, nectarinas y ciruelas.

No hay peor sitio para los limones que la nevera, pues en el frío pierden el aroma. "En el compartimiento de verduras, donde la humedad es más alta, los limones se pudren. Es mejor mantenerlos en una cesta de alambre en el sitio más fresco de la vivienda y donde circule el aire", indica Hanrieder.

De ningún modo hay que guardar los limones en una bolsa de plástico.¡Con toda seguridad se pudren!, advierte la experta.

A menudo los limones se guardan en condiciones demasiado húmedas también en los propios comercios, apunta. "Y si a esto se agrega el calor de la casa se acelera el proceso de putrefacción. Si los limones se tocan, también pueden infectarse entre sí", agrega Hanrieder, cuyo consejo es separar las frutas con un paño de papel.

Entre las verduras sensibles al frío se encuentra la berenjena. En la sartén se lleva excelentemente bien con los tomates, pero en la nevera es sensible al etileno y, por lo tanto, no pueden almacenarse juntas.

La berenjena se mantiene fresca durante un máximo de diez días a una temperatura de 10 a 13 grados. Por su parte, los frijoles y la coliflor son verduras más sensibles y necesitan cocinarse rápidamente.

Los frijoles crudos frescos no deben almacenarse por más de tres días en un lugar fresco y oscuro para evitar que se pudran o se dañen por el frío. En tanto, la coliflor por lo general, no dura más de un día o dos.

"Si tiene manchas negras es una señal de que la coliflor está infectado con el hongo negro y ya no es adecuado para su consumo". Estos hongos podrían formar sustancias tóxicas que se sospecha que son cancerígenas, advierte Ute Gomm, periodista especializada en temas científicos.

"Estos hongos negros se acumulan en el cuerpo. Además de las partes visibles, el hongo tiene raíces que no se detectan a simple vista, por lo que cortar las áreas infectadas generalmente no es suficiente", asegura Gomm.

Las zanahorias deben retirarse lo más rápido posible del envolotorio plástico y se deben colocar en un ambiente oscuro, fresco y seco.

Las zanahorias sueltas se pueden guardar en el compartimiento de verduras del refrigerador durante aproximadamente cuatro semanas, mientras que las que vienen en un atado no deben permanecer en el frío más de una semana.

Además se deben eliminar las partes verdes porque le quita el líquido a la verdura, aconsejan los expertos.

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