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¿Qué son las cicatrices en queloide?
Los queloides son un tipo de cicatriz anómala que se forma por un crecimiento excesivo de tejido cicatricial en el sitio de una lesión cutánea.
A diferencia de las cicatrices normales, los queloides se extienden más allá del borde original de la herida.
Su apariencia es generalmente gruesa, elevada y puede variar en color desde el rosa al púrpura oscuro.
Estos crecimientos no solo son un problema estético, sino también físico, ya que pueden causar picazón, dolor e incluso limitar el movimiento si se encuentran cerca de una articulación.
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Algunos factores aumentan la probabilidad de desarrollar queloides, entre ellos la genética. Si tenés antecedentes familiares de cicatrices en queloide, tu riesgo es mayor.
Las personas con piel más oscura, como aquellas de ascendencia africana, latina o asiática, tienen mayor incidencia de queloides.
Y las cicatrices en queloide son más comunes entre los 10 y 30 años.
Cualquier traumatismo cutáneo, incluidas quemaduras, perforaciones, cirugías o acné severo, puede desencadenar queloides.
Prevención de cicatrices en queloide
Aunque no siempre se pueden prevenir completamente, existen algunas estrategias que pueden reducir el riesgo o mitigar su formación.
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El cuidado de la piel y heridas es fundamental. Mantené las heridas limpias y cubiertas para prevenir infecciones, que pueden empeorar el riesgo de cicatrices.
Aplicar cremas o geles de silicona después de que la herida haya cerrado puede reducir la probabilidad de formación de queloides.
Además, considerá cuidadosamente las perforaciones, los tatuajes o cualquier otro procedimiento que cause daño en la piel si sos propenso a los queloides.
Existen también algunos tratamientos médicos preventivos, como las inyecciones de corticoides. Estas pueden administrarse después de una cirugía o lesión para disminuir la respuesta inflamatoria y el riesgo de queloides.
La presoterapia es otra opción. Aplicar presión constante sobre el área afectada puede inhibir el crecimiento de cicatrices anómalas.
Para quienes ya presentan queloides, la cirugía para removerlos es una opción, aunque debe combinarse con otras terapias preventivas para evitar que se formen de nuevo después de la extracción.
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Aunque los queloides representan un desafío estético y médico, tomar medidas proactivas puede ayudar a reducir significativamente el riesgo.
La consulta con un dermatólogo es fundamental para quienes tienen antecedentes de formación de queloides, ya que pueden brindar tratamientos personalizados y asesoramiento especializado.
Recordá que el autocuidado y la vigilancia son esenciales para mantener la salud de tu piel.