Sexo y menopausia: cómo abordar los cambios físicos y emocionales en esta etapa de la vida

La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres que suele presentarse entre los 45 y 55 años, marcando el fin del ciclo menstrual y de la capacidad reproductiva. Conlleva una serie de cambios físicos y emocionales que pueden afectar la vida sexual de las mujeres.

Mujer en la menopausia.
Mujer en la menopausia.Shutterstock

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Aunque la menopausia es un proceso biológico normal, se presenta con cambios físicos y a nivel emocional que pueden afectar la vida sexual de las mujeres.

Cambios físicos durante la menopausia

Uno de los cambios más significativos durante la menopausia es la disminución de estrógenos, lo cual puede llevar a sequedad vaginal.

La reducción de hormonas puede disminuir la lubricación natural, haciendo que las relaciones sexuales sean incómodas o dolorosas.

También se producen cambios en el tejido vaginal. La pérdida de elasticidad y espesor puede afectar la sensación durante el coito.

Además, durante la menopausia, algunas mujeres experimentan una disminución en el deseo sexual. Esto puede deberse a cambios hormonales que afectan el apetito sexual, fatiga y estrés asociados a otros síntomas de la menopausia como los sofocos y la sudoración nocturna.

Cambios emocionales durante la menopausia

Además de los cambios físicos, la menopausia puede afectar el estado emocional de las mujeres. Fluctuaciones hormonales pueden influir en el estado de ánimo, desencadenando ansiedad o depresión.

Además, los cambios físicos y el envejecimiento pueden impactar la percepción de la propia imagen y la confianza en la intimidad.

Estrategias para abordar los cambios

Mantener una comunicación abierta, hablar francamente con la pareja sobre los cambios y preocupaciones emocionales puede fortalecer la relación y fomentar la comprensión mutua.

Por otro lado, buscar el consejo de médicos o terapeutas especializados en salud sexual puede proporcionar soluciones prácticas, como Terapia Hormonal Sustitutiva (THS), que puede aliviar síntomas físicos y emocionales al equilibrar los niveles hormonales.

También los lubricantes y humectantes vaginales pueden mejorar la comodidad durante las relaciones sexuales.

Además, es bueno adoptar un enfoque holístico que incluya ejercicio regular para mejorar la circulación sanguínea y aumentar la producción de endorfinas, lo que puede elevar el estado de ánimo y la libido.

Por otro lado, el mindfulness y las técnias de relajación pueden aliviar el estrés y mejorar el bienestar emocional general.

Y nunca está de más explorar nuevas formas de intimidad. Redescubrir la intimidad a través de formas no sexuales de conexión puede aliviar la presión y enriquecer la relación. Por ejemplo, los masajes mutuos fomentan el contacto físico y la intimidad sin necesidad de penetración.

Y pasar tiempo juntos, participando en actividades agradables, puede fortalecer el vínculo emocional. Con la comunicación adecuada, el apoyo profesional y la disposición para explorar diferentes enfoques, es posible mantener una vida sexual gratificante y significativa durante esta etapa de la vida.

Mantenerse informada y proactiva puede transformar los desafíos de la menopausia en oportunidades de crecimiento personal y satisfacción en la vida íntima.

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