Prácticas diarias de estoicismo: cómo incorporar la filosofía en tu rutina

El estoicismo es una filosofía antigua que ofrece herramientas valiosas para enfrentar los desafíos de la vida moderna.

El autocontrol es una de las claves del estoicismo.
El autocontrol es una de las claves del estoicismo.Shutterstock

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A través de la práctica diaria, el estoicismo puede ayudarnos a desarrollar resiliencia, mejorar nuestra perspectiva y aumentar nuestro bienestar general.

Cómo practicar el estoicismo en el día a día

Reflexión matutina: comenzá cada día con una breve reflexión. Al despertar, dedicá unos minutos a considerar cómo deseás enfrentarte a las tareas del día.

Los estoicos sugieren preguntarse: “¿Qué puedo controlar hoy y qué no puedo?” Esta simple meditación te prepara para enfrentar el día con tranquilidad y enfoque.

Identificación de lo controlable: una de las principales enseñanzas del estoicismo es diferenciar entre lo que está bajo nuestro control y lo que no lo está.

Practicá esto a lo largo del día observando tus pensamientos y emociones. Preguntate si estás reaccionando a algo que podés controlar. Si no es así, trabajá en dejarlo ir.

Práctica del agradecimiento: los filósofos estoicos enfatizaban la importancia de apreciar lo que ya tenemos. Incorporá una práctica diaria de gratitud: al final del día, anotá tres cosas por las que te sentís agradecido.

Esta práctica te ayuda a mantener una visión positiva y a enfocarte en lo importante.

Visualización negativa: la visualización negativa, conocida como “premeditatio malorum”, consiste en imaginar posibles adversidades que podrías enfrentar. Esta práctica no es pesimista; más bien, busca prepararte emocionalmente para enfrentar las dificultades.

Al considerar posibles escenarios negativos, podés disminuir el impacto que podrían tener en vos.

Revisión nocturna: al final del día, dedicá tiempo a reflexionar sobre tus acciones y decisiones. Preguntate si actuaste de acuerdo con tus valores y si manejaste correctamente lo que estaba bajo tu control.

La reflexión tanto matutina como nocturna son prácticas estoicas recomendables.
La reflexión tanto matutina como nocturna son prácticas estoicas recomendables.

Esta introspección nocturna te permite aprender de tus experiencias y mejorar continuamente.

Cultivar la indiferencia: otra práctica estoica es la indiferencia hacia lo externo. Esto no significa apatía, sino más bien reconocer que la verdadera esencia de uno no depende de factores externos.

Trabajá en desarrollar una mentalidad en la que tu paz interior no se vea afectada por eventos fuera de tu control.

Aplicación de premisas estoicas en interacciones: utilizá los principios estoicos al interactuar con los demás. Practicá la empatía, escucha activa y claridad en la comunicación.

Intentá entender antes de buscar ser entendido, y mantené la calma ante provocaciones o críticas injustas.

Meditación estoica regular: la meditación es una herramienta eficaz para la práctica estoica. Dedicá tiempo diario a la meditación guiada por principios estoicos: enfocate en la conciencia plena, aceptá lo que no podés cambiar y relajá tu mente para ganar claridad sobre tus prioridades.

El estoicismo, con su enfoque en el autocontrol, la resiliencia y la claridad mental, ofrece herramientas poderosas para vivir una vida equilibrada y significativa.

Al integrar estas prácticas en tu rutina diaria, podés aumentar tu capacidad para enfrentar desafíos y encontrar la paz interior.

Al final, el estoicismo nos enseña que, aunque no podemos controlar los eventos externos, siempre podemos elegir cómo respondemos a ellos.

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