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El sistema inmunológico es responsable de proteger al cuerpo contra infecciones y enfermedades.
Diversos estudios han sugerido que una vida sexual saludable puede tener efectos positivos sobre la inmunidad. Pero, ¿cómo se conecta exactamente la salud sexual con el sistema inmunológico?
Durante la actividad sexual, el cuerpo libera una variedad de hormonas, como la oxitocina y las endorfinas, que no solo refuerzan el bienestar emocional, sino que también pueden influir positivamente en el sistema inmunológico.
La liberación de estas hormonas está relacionada con la reducción del estrés, uno de los factores que puede suprimir la función inmunológica.
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Además, un estudio publicado en la revista ‘Psychological Reports’ sugirió que las personas que tienen relaciones sexuales frecuentes poseen niveles más altos de inmunoglobulina A (IgA), un anticuerpo presente en la saliva y otras secreciones que actúa como una primera línea de defensa contra patógenos.
Beneficios de una vida sexual activa
Mantener una vida sexual activa y saludable mejora la autoestima y el estado de ánimo, lo cual puede llevar a una vida más feliz y saludable en general.
Un mejor estado emocional afecta positivamente la función inmunológica al reducir los niveles de cortisol, una hormona del estrés.
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También es sabido que la actividad sexual es una forma natural de aliviar el estrés. Al reducir el estrés, se minimiza el impacto negativo que este puede tener sobre el sistema inmunológico, permitiendo que el cuerpo funcione de manera más efectiva para combatir enfermedades.
Salud sexual y enfermedades transmisibles
Mientras que una vida sexual activa puede ofrecer beneficios inmunológicos, también aumenta la exposición a enfermedades de transmisión sexual (ETS) si no se practican relaciones seguras.
Las ETS pueden tener un impacto negativo significativo en el sistema inmunológico, subrayando la importancia de la educación sexual adecuada y el uso de métodos de protección.
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La educación sobre prácticas sexuales seguras y el acceso a protección, como el uso de preservativos, son cruciales para maximizar los beneficios inmunológicos de una vida sexual activa mientras se minimizan los riesgos de ETS.
La intersección entre la salud sexual y el sistema inmunológico es un campo de investigación fascinante que sigue evolucionando. Mantener una vida sexual saludable puede proporcionar beneficios para el sistema inmunológico, siempre y cuando se aborde de manera responsable.