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Beneficios del ejercicio físico para el corazón
El ejercicio regular es uno de los pilares fundamentales para mantener un corazón sano. Los beneficios cardiovasculares del ejercicio incluyen una mejoría en la función cardíaca, ya que la actividad física frecuente ayuda a fortalecer el músculo cardíaco, lo que mejora la eficiencia con que el corazón bombea sangre.
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También se reduce la presión arterial. El ejercicio ayuda a mantener la presión arterial en niveles saludables, reduciendo el riesgo de hipertensión y enfermedades relacionadas.
Además, con el ejercicio de rutina controlás tu peso corporal. El ejercicio contribuye a mantener un peso saludable, lo que disminuye el estrés sobre el corazón y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, la actividad física puede aumentar los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL) o colesterol “bueno” y disminuir los niveles de triglicéridos.
Impacto de la sexualidad en la salud del corazón
La actividad sexual no solo es una expresión de intimidad, sino que también ofrece beneficios cardiovasculares significativos, como el aumento de la frecuencia cardíaca. Durante el acto sexual, la frecuencia cardíaca se incrementa, lo que puede servir como una forma leve de ejercicio aeróbico.
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Además, durante el sexo, el cuerpo libera endorfinas y oxitocina, lo que puede reducir el estrés y los niveles de cortisol, factores que afectan negativamente al corazón.
La actividad sexual regular puede fomentar una mejor circulación sanguínea y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
Se sugiere que tener relaciones sexuales al menos dos o tres veces por semana puede aportar beneficios reales a la salud cardiovascular, aunque esto puede variar según la condición física y la salud general de cada persona.
Comparación: ejercicio físico vs. actividad sexual
Ambas actividades, aunque diferentes, tienen un impacto positivo en la salud cardiovascular, pero no son directamente intercambiables.
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Mientras que el ejercicio físico puede ser regulado en cuanto a intensidad y frecuencia según las necesidades individuales de salud cardiovascular, la actividad sexual es más esporádica y varía en intensidad.
El ejercicio físico tiene un impacto más constante y predecible sobre la salud del corazón a largo plazo en comparación con la actividad sexual, que es más variable.
Lo importante es saber que ambas actividades son complementarias, no sustitutas. Incorporar tanto el ejercicio físico regular como la actividad sexual en la rutina diaria puede ofrecer beneficios acumulativos para la salud del corazón.
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Mantener un estilo de vida que incluya ejercicio físico regular y una vida sexual activa puede tener efectos positivos profundos en la salud cardiovascular. Ambos son importantes para mantener el corazón saludable, reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y mejorar la calidad general de vida.
Ajustar el nivel de actividad física y sexual de acuerdo con las capacidades individuales y las recomendaciones de profesionales de la salud maximiza estos beneficios.