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Un elemento fundamental para aquellas personas que van a emprender la peregrinación a Caacupé es contar con un kit antisol eficiente. Este cuidado no solo protege físicamente, sino que también permite disfrutar más plenamente de la experiencia en sí.
Cómo protegerse del sol camino a Caacupé
Protector solar de amplio espectro. Esta es tu primera línea de defensa contra los rayos ultravioleta (UV) del sol. Asegurate de elegir un producto que ofrezca protección de amplio espectro (UVA y UVB) y que tenga un factor de protección solar (FPS) de al menos 30.
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Los rayos UV pueden causar quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel y, en casos severos, cáncer de piel, por lo que protegerse es esencial. ¿Cuál elegir?
Optá por un protector resistente al agua y al sudor ya que pasarás muchas horas caminando bajo el sol. No olvides aplicarlo cada dos horas, o con más frecuencia si sudás mucho o te mojás. Los hay en crema o spray. Por cuestiones prácticas es siempre más fácil de aplicar el que viene en spray, pero dependerá de tus gustos.
Anteojos de sol con protección UV. No solo son un accesorio de moda sino una herramienta fundamental para proteger tus ojos de los dañinos rayos UV.
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Una prolongada exposición sin protección puede causar fotoceratitis y contribuir a la aparición de cataratas. Buscá gafas etiquetadas con “UV400″ para asegurar una protección completa.
Sombrero de ala ancha. Es imprescindible para proteger tanto tu rostro como el cuello de la exposición solar directa. Además de proporcionar sombra, ayuda a mantenerte fresco durante el recorrido.
Las gorras con protección adicional en la nuca también son una opción recomendable.
Ropa de tejido transpirable con protección UV. Usar ropa adecuada puede marcar una gran diferencia. Actualmente, existen prendas diseñadas específicamente con tejidos que bloquean los rayos UV.
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Buscá camisas de manga larga y pantalones largos de materiales ligeros y transpirables, que mantengan tu cuerpo protegido sin comprometer la comodidad.
Bálsamo labial con FPS. Los labios son una de las áreas más susceptibles a sufrir quemaduras solares. Un bálsamo labial con un buen factor de protección solar te ayudará a evitar labios secos y agrietados. No olvides reaplicarlo frecuentemente durante el día.
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Crema hidratante. La exposición prolongada al sol puede deshidratar la piel, haciéndola más propensa a irritaciones y quemaduras. Una crema hidratante ligera, aplicada cada noche, puede ayudar a mantener la piel fresca y saludable.
Toallitas humedecidas. Son un excelente recurso para refrescarse durante el día. Además, muchas de ellas contienen ingredientes calmantes como aloe vera, que pueden proporcionar un alivio adicional tras la exposición solar.