Cuando el plagueo se vuelve la norma: cómo salir del lamento crónico

El lamento crónico o el plagueo constante es un hábito que muchas personas desarrollan sin darse cuenta. Se convierte en un estado mental en el que la queja se vuelve la respuesta automática a cualquier situación adversa.

Hombre se lamenta.
Hombre se lamenta.Shutterstock

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Este comportamiento no solo afecta a la persona que lo practica, sino que también puede tener un impacto negativo en sus relaciones personales y profesionales. Estas son las posibles causas, consecuencias y estrategias para salir de este ciclo de negatividad llamado lamento crónico.

¿Qué es el lamento crónico y cuáles son sus causas?

El lamento crónico se caracteriza por una tendencia persistente a enfocar la atención en lo negativo, expresando insatisfacción o frustración con frecuencia. A diferencia de expresar un descontento ocasional –lo cual es una reacción natural ante adversidades– el lamento crónico representa un patrón habitual de quejas.

En algunos casos, quejarse puede ser un comportamiento aprendido de figuras de autoridad o padres durante la niñez. También la necesidad de validación lleva a las personas al lamento crónico: buscar empatía o confirmación de emociones puede llevar a personas a verbalizar quejas con regularidad.

Mujer molesta.
La necesidad de validación lleva a las personas al lamento crónico.

Al enfocarse únicamente en problemas, las personas pueden evitar enfrentar estos problemas directa y activamente, es decir, hay una evitación del cambio.

Además, una percepción del mundo en la que los aspectos negativos son percibidos como preeminentes puede predisponer a una persona al lamento crónico.

El lamento constante tiene consecuencias varias tanto a nivel personal como interpersonal.

A nivel personal hay un incremento del estrés. El enfoque constante en lo negativo puede elevar los niveles de estrés y afectar el bienestar emocional y físico. La incapacidad de ver aspectos positivos o soluciones puede hacer que las personas sean menos resilientes ante los desafíos.

A nivel interpersonal hay una desgaste de relaciones, pues la constante negatividad puede agotar la paciencia de amigos y familiares, quienes podrían preferir distanciarse. En el ámbito profesional, un enfoque negativo reiterado puede afectar la moral del equipo y el ambiente de trabajo.

Estrategias para superar el lamento crónico

Para superar el lamento crónico es esencial cambiar la mentalidad y aplicar técnicas que promuevan una perspectiva más equilibrada y positiva.

Conciencia y registro. El primer paso para salir del hábito del lamento es reconocer su frecuencia e identificar las situaciones que lo provocan. Llevar un diario de quejas puede ayudar a tomar conciencia del grado y situaciones específicas que lo desencadenan.

Para superar el lamento crónico es esencial cambiar la mentalidad.
Para superar el lamento crónico es esencial cambiar la mentalidad.

Desarrollo de la gratitud. Cultivar la gratitud implica enfocar intencionadamente en los aspectos positivos de la vida. Practicar la gratitud a través de ejercicios diarios, como anotar tres cosas por las que estás agradecido, puede ayudar a reconfigurar la mente para centrarse en lo positivo.

Reencuadre cognitivo. El reencuadre cognitivo consiste en modificar la interpretación de las situaciones para verlas desde una perspectiva más positiva o neutral. Esto implica preguntarte: “¿Qué puedo aprender de esta situación?” o “¿Cuál es el lado positivo de este desafío?”

Soluciones prácticas. Enfocarse en soluciones en lugar de problemas puede nutrir una mentalidad más proactiva. Reemplazar pensamientos negativos con preguntas como: “¿Qué puedo hacer para mejorar esta situación?” fomenta una actitud de resolución de problemas.

Apoyo profesional. Buscar el apoyo de un terapeuta o coach puede proporcionar estrategias personalizadas y un espacio seguro para explorar y cambiar patrones de pensamiento negativos.

Salir del ciclo del lamento crónico requiere tiempo, esfuerzo y compromiso, pero es un paso crucial para mejorar la calidad de vida tanto a nivel personal como interpersonal.

Adoptar una actitud más positiva no solo beneficia a uno mismo sino que también mejora las relaciones y el ambiente en el que se interactúa. Con dedicación y las estrategias adecuadas, es posible transformar el plagueo habitual en una mentalidad de gratitud y solución.

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