España vista a través de los ojos de las viajeras británicas que desafiaron convenciones

Londres, 25 sep (EFE).- Un puñado de viajeras británicas adelantadas a su tiempo dejaron por escrito, de los siglos XVIII al XX, sus impresiones sobre España en unos valiosos testimonios que contribuyeron a configurar la imagen del país en el Reino Unido.

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Investigadores británicos y españoles presentaron este miércoles en Londres a algunas de esas mujeres, desconocidas para el gran público, que recogieron en diarios y libros sus periplos por la Península Ibérica.

Organizada por el Instituto Cervantes y la universidad King's College de Londres como parte de la serie Viajeros a España, la charla repasó la vida de mujeres como Mary Graham, quien a finales del siglo XVIII llegó a España procedente de Portugal para tratar su tuberculosis "con el buen tiempo y montando a caballo".

La profesora Sarah Symmons, de la universidad de Essex, acercó la obra de esta aristócrata -retratada en 1775 por Thomas Gainsborough- que insistió a su marido en viajar a España pese a que en aquel momento se hallaba en guerra contra Inglaterra.

Acompañada por una comitiva en la que había desde jardineros escoceses a escoltas gallegos, Graham se interesó en sus escritos por "la vida de las mujeres de todas las clases y por cómo vestían", además de aprender español gracias a sus conocimientos previos de portugués.

"Su visita a Salamanca fue memorable, porque es la primera vez que se puso un vestido español. Madrid le pareció 'limpia'. Apunta también que carreteras y puentes estaban en mejor estado en España que en Portugal", explicó la profesora.

Pese a que se sabe que uno de sus libros favoritos era El Quijote y que pidió a su marido que se lo leyera en voz alta en su lecho de muerte, Symmons reconoció que la viajera no podía permitirse el lujo de dejar por escrito experiencias demasiado personales.

"Las mujeres aristócratas tenían que entregar sus textos a sus tutores masculinos, e incluso tras su muerte estos eran sometidos a examen", por lo que sus diarios se concentran en "el paisaje, los fascinantes campesinos y España como un país lleno de arte y arquitectura maravillosos", dijo la profesora.

En el siglo XIX, una poeta poco conocida, Emmeline Stuart-Wortley, recorrió medio mundo, se hizo amiga personal de la reina Victoria, cruzó el istmo de Panamá en barco y conoció a Benjamin Disraeli y a la madre de Napoleón Bonaparte.

Aquella mujer fue la autora de "The Sweet South", un libro en el que "reescribió la visión estereotípica de España" usando los conceptos "pintoresco y contrapintoresco" que patentó el profesor Alberto Egea Fernández-Montesinos, de la universidad Pablo de Olavide.

Stuart-Wortley murió viajando de Antioquía a Beirut después de que una mula le rompiese una pierna de una patada. Pero antes dejó en el libro de su visión de una España de la que le gustaban muchas cosas "pero no el aceite de oliva", como recordó jocosamente Egea Fernández-Montesinos.

Casi un siglo después, otra británica, Mary Low, dejó sus impresiones de España en una obra muy diferente, 'Red Spanish Notebook', en la que relató su experiencia como miliciana en la Guerra Civil, pese a no ser propiamente un cuaderno de viajes.

La profesora Alicia Kent, del King's College, acercó la figura de Low, nacida en Londres en 1912 en el seno de una familia de clase media, que viajó a España para participar de la "revolución"

"El libro habla mucho sobre los fracasos de la izquierda internacional en hacer triunfar la revolución en España", señaló Kent.

"Low ha sido considerada una feminista, y escribió sobre la lucha de las prostitutas en los burdeles de Barcelona para hacer valer sus derechos", agregó.

En la charla participaron también la profesora María Losada Friend, de la universidad Pablo de Olavide, y la profesora Catherine Boyle, de King's College.

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