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Los Juegos Olímpicos, una celebración de la diversidad humana y el deporte, también son un escenario donde se visibilizan las profundas diferencias sociales y culturales. Un claro ejemplo de ello es el contraste entre las exigencias de vestimenta que enfrentan atletas de diferentes países.
En las redes el debate se dio tras el encuentro en vóley de España y Egipto. En un extremo, tenemos a las deportistas españolas, quienes compiten en disciplinas como la natación sincronizada o el voleibol playa luciendo bikinis. Su indumentaria, además de ser funcional, es vista como un símbolo de empoderamiento femenino y libertad corporal.
En el otro extremo, se encuentran atletas de países como Egipto, donde algunas disciplinas deportivas requieren que las mujeres compitan con hiyab. Esta prenda, que cubre el cabello, es impuesta por razones culturales y religiosas, y limita significativamente la libertad de movimiento y la comodidad de las deportistas.
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El debate sobre la vestimenta en el deporte femenino
Este contraste plantea un debate complejo sobre las exigencias de indumentaria en el deporte femenino. Por un lado, está el derecho de cada cultura a preservar sus tradiciones y valores. Por otro, está el derecho de las mujeres a competir en igualdad de condiciones y con la vestimenta que consideren más adecuada y cómoda.
Las exigencias de la COI
El Comité Olímpico Internacional (COI) no ha emitido una declaración oficial y unificada sobre el uso del hiyab en las competencias, pero si expresó su compromiso con la igualdad de género y la inclusión de todos los atletas, independientemente de su origen, religión o creencias.
En cuanto al hiyab específicamente, no prohíbe explícitamente su uso y deja la decisión a las federaciones internacionales.
Por otra parte, las federaciones internacionales de cada deporte establecen las normas de vestimenta que deben cumplir los atletas. Si bien estas normas buscan garantizar la seguridad y la igualdad de condiciones, en algunos casos pueden ser interpretadas de manera restrictiva y discriminatoria, especialmente en lo que respecta a las mujeres.