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Ante una “queja COGNITIVA”: cuando un paciente refiere, o sus familiares /entorno: señalan que existen problemas de memoria (Olvidos), atención (dificultades para concentrarse, pierden sus objetos, no siguen la conversación coherentemente, olvida qué estaba yendo a buscar y vuelve), desorientación en el tiempo o en el espacio (por ejemplo el paciente se pierde en lugares poco habituales o habituales), problemas con la planificación y la toma de decisiones, cambios llamativos en el comportamiento, entre otros.
Hablamos de deterioro cognitivo temprano: cuando se constata una disminución leve en las capacidades cognitivas en relación a lo que se esperaría para la edad y formación educativa de la persona, pero sin que interfiera significativamente con sus actividades diarias.
Por más que en la mayor parte de los casos pueda tratarse de hechos comunes y sin relevancia, los adultos mayores en particular deben recurrir al médico para una evaluación.
En algunos casos puede tratarse de algún problema que resultaría grave si se perdiese tiempo, por ejemplo, un Delirium (síndrome confusional).
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Hablamos de Delirium, cuando la alteración del estado mental es causada por un trastorno médico, como:
- Infección urinaria, pulmonar o del sistema nervioso
- Trastornos metabólicos como de la glicemia, los electrolitos en sangre, alteraciones de órganos como hígado o riñones que causan la acumulación de sustancias dañinas en sangre (amonio, urea, u otras)
- Tóxicos (Como exposición a monóxido de carbono, alcohol u otros) y medicamentos: Como algunos antidepresivos antiguos, protectores de estómago, “sedantes”, y muchos más: que en ciertas personas causan problemas cognitivos.
- Trastornos carenciales o de absorción en los que podría haber una falta de un nutriente esencial que causaría a veces daños irreversibles o reversibles dependiendo de cada caso. Por ejemplo, la falta de tiamina (vitamina B1, vitamina B12 o de B9 puede causar trastornos de funciones superiores, a veces graves)
- Trastornos infecciosos o inflamatorios del sistema nervioso: Como una encefalitis viral, bacteriana o autoinmune: que precisan de un tratamiento URGENTE, que iniciamos incluso antes de hacer el diagnóstico certero en algunas ocasiones (porque cada minuto que pasa puede empeorar muchísimo el cuadro neurológico, las secuelas potenciales o la expectativa de recuperación).
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En otros casos (la mayoría) las causas son banales, pudiendo corregirse con indicaciones simples de cambios en los hábitos de vida, régimen alimentario saludable y control de algunos factores de riesgo o comorbilidades (o sea tener otro problema de salud) con alguna medicación si fuera necesaria.
¿A qué edad suele manifestarse el deterioro cognitivo y cuáles son los factores de riesgo más relevantes en la población paraguaya?
El desarrollo cognitivo de una persona se relaciona con factores incluso prenatales. Es importante que toda mujer en edad fértil se alimente correctamente y asegure el aporte de Ácido fólico (antes de embarazarse) con esto se disminuye el riesgo de malformaciones o problemas del Sistema nervioso de la descendencia. También debe evitar medicamentos o sustancias que puedan dañar la formación o el desarrollo del bebé.
Los padres y cuidadores de los niños pequeños deben evitar los movimientos bruscos (sacudidas) de lactantes y niños pequeños (a veces impulsivamente sacuden a los pequeños) pues el movimiento brusco de la cabeza rompe vasos sanguíneos y conexiones neuronales produciendo lesiones en el sistema nervioso que pueden dañar seriamente su desarrollo cognitivo.
El sistema nervioso central necesita de un aporte adecuado de nutrientes, en particular en la infancia, para un desarrollo óptimo; por lo que se sugiere la lactancia materna, la alimentación adecuada (consulten con el pediatra) y evitar en absoluto la ingesta de bebidas alcoholizadas hasta los 21 años de edad (pues se considera que el desarrollo encefálico puede afectarse al exponerse al alcohol antes de esta edad).
¿Qué pruebas y evaluaciones se utilizan para diagnosticar el deterioro cognitivo?
Se debe solicitar al menos
- Un análisis de sangre para descartar trastorno metabólico, carenciales, infecciosos u hormonales que puedan estar afectando el desempeño cognitivo;
- Al menos un estudio de Imagen cerebral (por ejemplo, una tomografía de cráneo o resonancia magnética) y
- Una evaluación neuropsicológica (utilizamos test psicométricos estandarizados) para objetivar de forma cualitativa (que tipo de afectación cognitiva: memoria, lenguaje, orientación, atención, funciones ejecutivas) y cualitativa (se puntúa el desempeño en los test dando una idea de si el deterioro es leve, moderado o severo) además de permitir evaluar funciones comportamentales, estado anímico y desempeño en los actos de la vida cotidiana.
¿Qué opciones de tratamiento están disponibles para los pacientes con deterioro cognitivo temprano en el país?
En nuestro país contamos con prácticamente todas las opciones terapéuticas indicadas para el deterioro cognitivo. Se sugiere, en particular, ante casos leves y moderados:
La estimulación cognitiva: realizada por profesionales Psicólogos, neuropsicólogos, musicoterapeutas etc; además de la evaluación de un profesional médico especializado para evaluar la necesidad de medicamentos.
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¿Qué medidas preventivas se pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo?
¿Se pueden prevenir las demencias?
Está demostrado que puede disminuirse más de 40% de casos de demencia, incluso en personas con predisposición familiar, con ciertos cambios de hábitos y control de factores de riesgo específicos.
1. Caminar al menos 20 min al día o más (O ejercicio similar) Existen varias investigaciones que demostraron claramente la relación entre la caminata regular y la disminución de incidencia de demencias. Incluso utilizando relojes que miden el número de pasos se menciona que 9800 pasos al día disminuyeron aproximadamente 50 % el riesgo de Alzheimer y 3600 pasos al día en aproximadamente 25%.
2. Dormir 7 o más horas /noche: dormir 6 horas o menos aumentó de forma clara la acumulación de biomarcadores de enfermedad de Alzheimer en algunos estudios científicos. Dormir más de 7 a 8 horas continuas demostró ser un factor protector.
3. Dieta mediterránea: consistente en consumir diariamente variedades diferentes de verduras, frutas, aceite de oliva, frutos secos, consumo moderado de pescado y aves, huevos y lácteos; bajo consumo de carne roja, dulces y carbohidratos procesados. En caso sospecha o confirmación de carencias en ciertos nutrientes esenciales, ante un deterioro cognitivo: se sugiere un suplemento de vitaminas del complejo B, aceites de pescado con omega 3, 6, 9 y citicolina, así como un adecuado suplemento de proteínas u otros nutrientes esenciales.
4. Control de factores de riesgo cardiovasculares:
Hipertensión arterial
Diabetes
Obesidad
Tabaco (evitar)
Sedentarismo
Dislipidemia
5. Evitar la ansiedad y depresión crónicas (deben tratarse)
6. Evitar el aislamiento social: mantener una actividad laboral y social son factores protectores.
7. Aprender cosas nuevas (desafíos mentales) para aumentar la reserva cognitiva, por ejemplo:
- A. Algún idioma (el Bilingüismo disminuye el riesgo de demencia futura)
- B. Música (algún instrumento musical, actividad artística / musical)
- C. Baile, artes marciales.
- D. otros desafíos mentales /de coordinación física y mental.
8. Hacer un control rutinario (preventivo) de salud con un profesional médico; y en especial si ya existe una “queja cognitiva”, por ejemplo, de memoria, atención, orientación, lenguaje, comportamiento o funciones ejecutivas.
Dr. Nicolás EVREINOFF – Neurólogo (0982166629)
Presidente de la Sociedad Paraguaya de Neurología