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A medio camino entre Madrid y Toledo se sitúa Brihuega, conocida como ‘la Provenza española’ por sus campos de lavanda, donde se emplaza Spa Niwa, un centro insignia de bienestar en España capitaneado por Ana Bedoya, hija de Carlos Bedoya, que junto a Álvaro Mayoral fue responsable de traer la lavanda desde Francia en 1963.
Con la variedad de lavanda y lavandín –híbrido de lavanda y espliego común en España-, Brihuega se convierte en un centro neurálgico de esta aromática, con la que cuentan los perfumistas de lujo en sus creaciones, además de ser en un punto de peregrinaje internacional con su festival de la lavanda.
Bajo el concepto de ‘lavanda lovers’, este hotel boutique extrae los beneficios de la lavanda para aplicarlos en cuatro tratamientos exclusivos realizados de forma artesanal con flores extraídas directamente de la cosecha, sus aceites puros y también la miel de lavanda de esta zona, considerada la mejor del mundo.
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A nivel tópico e ingerible, los beneficios de esta aromática son múltiples. Una alternativa natural que mejora desde el descanso al estado de ánimo, la apariencia de la piel o el sistema antiinflamatorio del organismo, responsable de eliminar toxinas del cuerpo, entre otras funciones de las que beneficiarse de diferentes formas.
En aceites esenciales para el estado de ánimo
Según explica a Efe Melanie Clark, directora de la Escuela Internacional de Aromaterapia, “la razón por la que el uso de aceites esenciales es tan efectivo es que el sistema límbico conecta directamente con el sistema endocrino y el sistema nervioso periférico”, explica la especialista.
El sistema límbico está formado “por varias estructuras cerebrales que regulan las respuestas fisiológicas frente a determinados estímulos, y es allí donde se encuentran los instintos humanos como la memoria involuntaria, hambre, atención, instintos sexuales, emociones (miedo, ira, placer…), personalidad y conducta”, explica.
Esta conexión se encarga de que estos sistemas “manden una señal a través de las moléculas para equilibrar el organismo y regular en minutos el cortisol”, lo que se traduce, directamente, en una mejora del estado de ánimo en la aplicación de este aceite.
Esto hace que las indicaciones de uso del aceite esencial de lavanda se recomienden para un amplio espectro de fines: “Ansiedad, problemas de sueño, eccema, psoriasis picaduras, cefaleas y dolores en general, gracias a sus propiedades analgésicas, antiinflamatorias, bactericidas, calmantes, fungicidas y viricidas”.
Su aplicación puede realizarse directamente en gotas sobre la piel en puntos de calor y pulsión como cara interna de las mejillas, o bien diluido en agua en un pulverizador o sobre un quemador de esencias.
Como tratamiento previo a un bronceado
Desde Niwa, donde la lavanda es protagonista los doce meses del año, los beneficios exfoliantes de la lavanda constituyen uno de sus tratamientos, ‘Detox lavanda’, una exfoliación y una envoltura nutritiva con sales y aceites esenciales de lavanda que ayuda a conseguir un mejor bronceado y también a prolongarlo.
Pioneros en introducir masajes orientales en España de la mano de especialistas cualificadas, las bondades de la lavanda generada en esta región de España convergen con técnicas ancestrales de masajes y tratamientos a partir de esta aromática, protagonista de varios de sus tratamientos más solicitados.
En otro de sus tratamientos más aclamados, ‘Capricho de Miel de Lavanda’, el único ingrediente es la miel cosechada en los campos de lavanda de la zona, considerada la mejor del mundo. Calentada al baño María y aplicada siguiendo la técnica del masaje oriental, trabaja los meridianos del cuerpo como una cura holística.
Ingerible mediante gotas y miel
Beneficiarse de los beneficios de la lavanda es posible más allá de hacerlo por el canal olfativo, siempre y cuando se haga en dosis adecuadas y diluida en agua, lo que protege la mucosa que recubre el estómago, una opción recomendada para la relajación y la conciliación del sueño.
Además de su ingesta desde aceites esenciales, la lavanda también se convierte en un condimento esencial para personalidad de postres y recetas, como los elaborados por la chef de Le Cordon Bleu Ekateruna Mikhailova, cuyos dulces de repostería hacen de la lavanda un protagonista esencial en tartaletas, tartas y pasteles.
La miel de lavanda es un endulzante cargado de propiedades de la propia aromática, a a la que se le atribuyen eliminar la fatiga, combatir los dolores de garganta y evitar infecciones. Con un color ámbar claro, este tipo de miel tiene un alto contenido en hierro, por lo que se recomienda para personas con anemia.
A una cucharada diaria de este tipo de miel se atribuye una mejora del sistema inmunológico del cuerpo, además de propiedades diuréticas, antidiarreicas y bactericidas.
María Muñoz Rivera para EFE REPORTAJES