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Según el astrólogo Álvaro Norambuena Donoso, consultado por el medio Clarín, este tránsito nos invita a replantearnos nuestras motivaciones y formas de expresión. Aries, conocido por su vinculación con la acción y el coraje, plantea un escenario astral donde el desafío será lidiar con nuestras impulsividades y reacciones frente a diversas situaciones.
Mercurio retrógrado ocurre aproximadamente cada cuatro meses y es percibido, desde la Tierra, como si el planeta cambiara su dirección de movimiento. Este fenómeno es en realidad una ilusión óptica, resultado de la diferencia en las velocidades orbitales entre Mercurio y la Tierra.
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Etapas del movimiento retrógrado
Antes del comienzo de la fase retrógrada propiamente dicha, Mercurio experimenta una fase de presombra, donde se prepara para su aparente viaje hacia atrás en el zodíaco. Durante este periodo, las personas pueden comenzar a sentir los primeros indicios de confusión o ambigüedad en la comunicación y el pensamiento.
El efecto de Mercurio retrógrado se intensifica durante su fase estacionaria, marcando una etapa de mayor reflexión y reevaluación interna. Este año, con Mercurio retrógrado en Aries, se espera una mayor tendencia hacia la impulsividad y las reacciones rápidas, por lo que será crucial tomar pausas para meditar y analizar antes de actuar.
Influencias adicionales durante el tránsito
La posición de Mercurio en relación con otros astros durante este periodo también es relevante. La cuadratura de Mercurio retrógrado en Aries con Plutón en Acuario sugiere posibles desafíos en mantener la concentración y en la forma de procesar y comunicar nuestras ideas. Esto podría traducirse en frustraciones o tensiones en el tejido social, alentando actitudes defensivas o reactivas.
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Al concluir el movimiento retrógrado, el 25 de abril, las energías comenzarán a normalizarse, abriendo un campo propicio para la reflexión sobre las lecciones aprendidas. Este será un momento oportuno para aplicar nuevos enfoques y formas de comunicación más serenas y efectivas. La conjunción de Mercurio con Quirón y Venus promete una reconciliación de intereses personales, mientras que la cuadratura de Venus con Plutón insta a buscar una profunda alineación entre nuestras pasiones y nuestros proyectos.
El fin de Mercurio retrógrado no solo marca una pausa en los desafíos comunicativos y cognitivos, sino que también invita a la comunidad astral a valorar el proceso de introspección y análisis personal que este transito propicia, con el objetivo de avanzar con claridad y propósito en los emprendimientos futuros.
Además, el experto en astrología Álvaro Norambuena resalta la importancia de apreciar estos momentos de reflexión interna como una oportunidad para el crecimiento personal, en medio de lo que a menudo se concibe como una época turbulenta desde el punto de vista astrológico.