Cargando...
Tener una mente sexual sana debe ser para el ser humano un objetivo de vida tanto individual como colectivo. Hoy la libre comunicación y la accesibilidad a las redes permite subir todo tipo de material erótico/ pornográfico. Paralelamente a esta realidad, urge hablar de salud sexual no solo a nivel físico sino también mental.
“La sexualidad sana se refiere al bienestar físico, psicológico y sociocultural, es parte de la salud integral y está relacionada con el desarrollo autónomo y pleno de la sexualidad y sus distintas manifestaciones. La salud sexual significa placer, comunicación, afectos, relaciones, responsabilidad afectiva y autocuidado”, dice la sexóloga Jazmín Escobar.
-¿Cómo influye el cerebro, los pensamientos en la sexualidad?
El cerebro es el órgano sexual por excelencia. Experimentar actividades sexuales nuevas activa el sistema de recompensa del cerebro, aumentando la producción de dopamina (la hormona del placer, la satisfacción) y el placer sexual.
El cerebro es el que recibe todos los estímulos eróticos y los transforma en sensaciones y respuestas sexuales. El cerebro es el órgano sexual donde ocurre la actividad erótica y luego se manifiesta a través del cuerpo.
-Sin embargo, siempre posicionamos al cuerpo sobre la mente.
En general, la sexualidad está reducida a la genitalidad, por lo que los órganos sexuales adquieren un significado superior a la sensorialidad (los 5 sentidos) y al erotismo, el cual está instalado en la mente como una manifestación de la sexualidad.
Socioculturalmente hablando, se le da un sentido totalitario al cuerpo como emblema de la sexualidad dejando de lado todas las otras maneras de disfrutar más allá de la genitalidad, nos referimos al coitocentrismo como firma universalmente aceptada de activar sexualmente.
Lea más: Sexualidad responsable
-¿Cómo saber si somos normales sexualmente?
La normalidad en la sexualidad tiene varios orígenes, se puede conceptualizar qué es normal o anormal desde la religión, la cultura, la historia y la ética. Desde cada categoría varía qué es normal y qué no, sin embargo, en términos generales definimos como normal toda actividad sexual consensuada y que no haga mal a uno mismo ni a los demás.
-¿Las parafilias serían lo que llamamos “mente sucia”?
En términos generales, podemos decir que las parafilias son el comportamiento sexual donde el placer o el orgasmo se consiguen más allá de las relaciones sexuales convencionales.
Entonces una mente sucia estaría relacionada a conductas sexuales no convencionales como el exhibicionismo, el voyeurismo, la pedofilia, necrofilia y otras parafilias que no responden al placer sexual tradicional o normativo.
-¿Tenemos todos una dosis de perversión?
Freud consideraba a la perversión como “perversión del instinto sexual”. Enumerando todas aquellas conductas que no buscan la reproducción en exclusiva, sino el placer. Desde esta concepción todos tenemos una perversión como forma natural de obtener placer.
-Una persona trastornada sexualmente, ¿puede revertirlo?
Primero debemos definir qué es una persona trastornada sexualmente, si hablamos de parafilias o adicciones sexuales, luego saber si la persona fue víctima de abuso sexual o cualquier forma de violencia, y únicamente en el caso particular se puede trabajar terapéuticamente para desarrollar hábitos sexuales saludables.
-¿Cómo afecta al sexo (física y mentalmente) la falta de intimidad, la banalización, las letras y el baile que explotan desmedidamente la idea del acto sexual?
La sexualidad se banaliza constantemente, haciéndola pasar como una conducta totalmente libre y se la descontextualiza perdiéndose en la lujuria y descartando la intimidad. A medida que más se expone el sexo como moneda de cambio se están perdiendo las posibilidades éticas de encuentros saludables y respetuosos.
Lea más: Cómo mejorar la vida sexual
Se habla poco de sexo pero se muestra mucho, y esto crea desventajas en el ciclo de la educación sexual y en las respuestas sexuales humanas que van naturalizando lo que los medios muestran como única manera de activar sexualmente.
Los medios alteran y modifican la sexualidad y la objetivizan poniendo a los cuerpos como objetos de placer sin respetar la individualidad de cada uno.
Capacidad intelectual y erotismo
-¿Cómo mantener una mente sana sexualmente?
La sexualidad es parte integral de la salud mental, por lo que tener una mente sana es tener un buen autoconcepto, una imagen corporal positiva, autoestima sexual, empoderamiento, toma de decisiones, sobre todo autoconocimiento y una buena autopercepción.
La masturbación es una de las fuentes de autoconocimiento y empoderamiento en ambos géneros para lograr identificar las zonas erógenas y las maneras saludables de obtener placer.
Lea más: Erotismo en la pareja
-¿Desde qué edad percibimos conscientemente al sexo como parte de nuestro desarrollo?
La sexualidad es una condición inherente al ser humano; todos nacemos como seres sexuados y nos vamos haciendo conscientes de nuestra sexualidad de manera evolutiva, pasando por etapas diversas de aprendizaje psicológico y físico hasta llegar a la pubertad, etapa en la cual el cuerpo hormonalmente se despierta y sale del estado de latencia sexual, es decir, empieza a activarse desde lo biológico, social y emocional.
-Se habla de todo tipo de inteligencia ¿cómo activa la sexual?
La inteligencia erótica es muy importante en el desarrollo sexual, está relacionada con la salud sexual a nivel emocional, ya que se asocia con la satisfacción que se experimenta en la vida sexual.
El erotismo de cada persona viene condicionado por su coeficiente de inteligencia sexual, el cual está constituido en parte por la capacidad intelectual.
Para desarrollar la inteligencia erótica se necesita aceptar la experiencia sexual como natural de manera única e individual, trabajar las emociones y pensamientos relacionados con la sexualidad, permitirse tener fantasías sexuales y potenciar la sexualidad propia.