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El juego UNO, que requiere de estrategia y rapidez mental, permite a los jugadores usar cartas especiales como las que cambian el sentido del juego, omiten turnos de los oponentes o cambian el color de la jugada. Entre estas, destacan las cartas +2 y +4, diseñadas para aumentar el número de cartas que el siguiente jugador debe tomar.
Una práctica común entre algunos jugadores consiste en “apilar” estas cartas especiales, es decir, si a un jugador le lanzan un +2, este responde con otro +2, haciendo que el siguiente deba tomar cuatro cartas, y así sucesivamente. Sin embargo, este método ha sido objeto de debate, llevando a un usuario de X a consultar directamente a la cuenta de UNO sobre su validez. La respuesta fue clara: no está permitido apilar un +2 sobre otro +2.
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Esta aclaración, aunque recibida con sorpresa, no ha sido la única que ha causado revuelo entre los aficionados del juego. Recientemente, desde la misma plataforma, se especificó que tampoco se puede apilar un +4 sobre otro +4. Además, se añadió que el jugador afectado por el +4 no solo debería tomar las cuatro cartas sino también perder su turno.
Lo que debés saber para jugar correctamente a UNO
Entender las reglas fundamentales de UNO es esencial para disfrutar del juego plenamente. El objetivo principal es deshacerse de todas las cartas antes que los demás jugadores. Cada partida comienza repartiendo siete cartas a cada jugador, y el juego inicia con la persona a la derecha de quien reparte.
Durante su turno, un jugador debe colocar una carta del mismo color o número que la carta anterior en la baraja central. Si no posee una carta adecuada, deberá tomar una de la baraja. Importante es recordar que, al tener solo una carta en mano, el jugador debe anunciarlo diciendo “UNO” para no ser penalizado, buscando así deshacerse de su última carta y ganar la partida.
La revelación de estos detalles por parte de la cuenta oficial de UNO recalca la importancia de conocer bien las reglas oficiales del juego, ajustando así prácticas comunes que, aunque popularizadas, no se alinean con las directrices establecidas por sus creadores.