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La Universidad de Harvard desarrolló una investigación para determinar cual es la frecuencia óptima de las duchas y la influencia del aseo personal en la salud.
Se reconoce que la higiene regular es fundamental para evitar olores desagradables y prevenir infecciones. No obstante, los resultados de este estudio sugieren que bañarse en demasía podría tener efectos negativos.
Efectos de las duchas frecuentes en salud
El exceso de duchas puede disminuir los aceites y grasas naturales que produce la piel, esenciales para su protección y mantenimiento. Además, el uso excesivo de productos como shampoo y acondicionadores podría causar irritación, prurito e incluso infecciones cutáneas. No se descarta la posibilidad de reacciones alérgicas debido al contacto prolongado con estos productos.
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En este contexto, los especialistas de Harvard apuntan que lo ideal sería limitar el número de duchas a entre 4 y 5 veces por semana. Este equilibrio busca preservar la salud de la piel y mantener una higiene adecuada.
Duración y enfoque del aseo
Respecto a la duración óptima de una ducha, se sugiere que un baño efectivo y eficiente debería durar entre 3 y 5 minutos, con una temperatura de agua tibia. Es crucial enfocar la limpieza en áreas donde se acumula mayor cantidad de bacterias como los pies, genitales, axilas y cabello.
Con la meta de proteger también el ambiente, la recomendación de mantener breves las duchas está alineada con una utilización responsable de recursos hídricos.
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Este estudio recalca la importancia de un enfoque equilibrado hacia el aseo personal, donde la frecuencia y la práctica de ducharse debe orientarse a favorecer tanto la salud del individuo como la sostenibilidad ambiental.