Expulsada del equipo iraní de ajedrez por no ponerse el velo, Mitra reina ahora en Francia

ASNIERES-SUR-SEINE. Expulsada del equipo iraní en 2019 por no ponerse el velo islámico, Mitra Hejazipour ha rehecho su vida en Francia, donde es campeona de ajedrez tras su nacionalización exprés en 2023, y se ha erigido en símbolo opositor al régimen de Teherán.

La jugadora de ajedrez Mitra Hejazipour.
La jugadora de ajedrez Mitra Hejazipour.YOAN VALAT

Tres años antes del trágico fin de Mahsa Amini, quien en septiembre de 2022 murió en circunstancias sospechosas tras haber sido arrestada por no colocarse correctamente el velo, Mitra ya había desafiado a la República Islámica, al negarse a portar esta vestimenta de significación religiosa para competir con Irán.

Aunque no pagó un precio tan alto como Mahsa, la ajedrecista (que tiene ahora 30 años) carga un amargo bagaje, el del exilio forzado desde que en diciembre de 2019 decidió no regresar a su país de un torneo en Moscú, donde la habían excluido del equipo “ipso facto” por su negativa a cubrirse cabeza y hombros con un velo.

La ajedrecista, que hoy reside en París, optó entonces por ir a Brest (noroeste de Francia), donde ya tenía un permiso temporal para entrenar con un club local.

“No me arrepiento de nada. Estoy muy orgullosa de mí. Lo único que lamento es no poder regresar a mi país, donde está mi familia y mis seres queridos”, explica la campeona de ajedrez en Francia desde agosto de 2023, en las instalaciones de la Federación Francesa de Ajedrez, en Asnières-sur-Seine (afueras de París).

Nacionalizada francesa ese mismo año, gracias a un decreto del Gobierno de Emmanuel Macron, la joven pudo reconstruir una carrera deportiva que había estado a punto de abandonar y es hoy una de las mejores ajedrecistas de Francia, país en el que también finalizó sus estudios de ingeniería informática.

Mitra Hejazipour
Mitra Hejazipour

Pero el proceso resultó doloroso. Sus padres, que son musulmanes y siguen viviendo y trabajando en Irán, no la apoyaban en un primer momento. “Ellos estaban intranquilos por mi seguridad y por su propia seguridad en Irán”, rememora la jugadora.

Sin embargo, “poco a poco” entendieron su compromiso en favor de la libertad de las mujeres. La militante feminista evoca algunas de las vivencias que le condujeron a adoptar la drástica solución del exilio.

"En 2018 -cuenta-, me impresionó mucho ver en Irán en las redes sociales a una mujer retirarse el velo. Yo durante años ya dudaba, reflexionaba sobre esas reglas islámicas que estamos obligadas a cumplir y que me parecían inútiles".

La inspiración de Narges Mohammadi

La Premio Nobel de la Paz de 2023, la activista Narges Mohammadi , que está encarcelada en Irán, ha vuelto a dar visibilidad a la represión de las mujeres en este país, para Mitra, que fue invitada a la ceremonia del Nobel en Oslo junto a los hijos adolescentes de Mohammadi, también exiliados en París.

“Después del movimiento de 2022 (por Mahsa Amini), se había dejado de hablar internacionalmente del problema de Irán porque la atención mediática estaba en otros temas. El premio a Narges dio crédito al movimiento pro-mujeres y logró que volviera la atención internacional”, se felicita la ajedrecista.

La joven iraní, quien no sabe cuándo podrá regresar al país en el que vivió sus primeros 26 años, se muestra convencida de que sus compatriotas quieren la democracia. Pero también de que con el actual régimen islámico “no será posible: es algo realmente incompatible”.

La esperanza de Mitra es el efecto contagio. Mahsa Amini y Narges Mohammadi, figuras emblemáticas convertidas en mártires, han inspirado a otras jóvenes, quienes también miran a Mitra.

“Cuando sientas la valentía de hacer algo, hazlo. Muestra a los demás tu coraje. Eso es contagioso, otros y otras nos seguirán”.

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