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Además, es recomendable consumir dos a tres litros de agua todos los días para mantener la hidratación. “La deficiencia en el consumo de frutas y verduras incrementa el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la obesidad, diabetes, hipertensión arterial, aumento del colesterol y triglicéridos, así como problemas cardiovasculares y algunos tipos de cáncer (colon y estómago). También predispone a padecer estreñimiento y a tener problemas en la piel, cabello y uñas quebradizas”, advierte el Ministerio de Salud Pública.
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“Consumir a diario frutas y verduras aporta fibra, antioxidantes, agua, vitaminas y minerales que el organismo necesita. Estos nutrientes actúan como barrera protectora contra las infecciones y contribuyen, asimismo, a potenciar el sistema inmunológico contra las enfermedades. Son considerados los alimentos por excelencia en cualquier época del año. Cada color de frutas y verduras aporta distintos nutrientes, confiriendo a nuestro organismo funciones diferentes”, manifiestan.
Además, indica el MSPyBS que en cuanto al agua, este líquido cumple funciones indispensables en el organismo, como transportar sustancias nutritivas, eliminar las sustancias tóxicas a través del sudor, orina y heces, y mantener la temperatura corporal. “No se debe esperar a sentir sed para tomar agua, ya que la sed es un síntoma de que el cuerpo ya ha comenzado a deshidratarse. La falta de agua puede producir, además de la deshidratación, dolor de cabeza, mareos, náuseas, calambres, cansancio y disminución de las habilidades físicas y mentales”.
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