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Sin embargo, los profesionales de las bodas coinciden en que, para que una boda doble aporte realmente el doble de alegría, todos los implicados deben ser conscientes de algunas cosas de antemano.
“Soy muy crítica con este tema”, admite Sarah Kiehl, presidenta de la Asociación Alemana de Organizadores de Bodas.
Las ventajas de un doble “sí, quiero”
“Compartir una experiencia así con tu mejor amiga o tu hermana crea un vínculo muy profundo”, dice la organizadora profesional.
Es como poner la guinda a una larga amistad o a una estrecha relación familiar. Y, por supuesto, además de las emociones, también se pueden compartir algunos gastos, desde el lugar y la decoración hasta la comida y el DJ. Estas sumas pueden ahorrarse o, en su defecto, invertirse en equipos más elaborados.
“Otro punto favorable es la organización para los invitados”, dice el planificador de bodas Mike Dulz, miembro de la junta directiva de la Sociedad Alemana de Etiqueta. “Sobre todo si vienen de más lejos, puede ser muy eficiente tener que viajar una sola vez o reservar una habitación solo una vez”.
El inconveniente de compartir la alegría
Sin embargo, Sarah Kiehl señala que no todos los invitados estarán contentos de tener que planificar solo una cita en lugar de dos, como cabría esperar de personas muy ocupadas en el trabajo. “Es muy posible que algunos amigos y familiares lo lamenten o incluso lo critiquen porque sienten que se están perdiendo una fiesta”, advierte.
La mencionada desventaja no parece muy grave, pero las consecuencias que una boda doble puede tener para los propios novios pueden ser mucho peores.
“Si las dos parejas no están dispuestas a ceder o hacer concesiones en todos los aspectos de la planificación desde un principio, una celebración así puede destruir amistades”, teme el asesor de bodas y autor Thomas Sünder, que ha actuado como DJ en más de 500 bodas.
Riesgos que acechan en las bodas dobles
Los novios de una boda doble deben ser conscientes de que las emociones están a flor de piel en un día así y los nervios pueden alterarse rápidamente.
Las parejas introvertidas a las que no les gusta el revuelo pueden alegrarse de no ser el centro de atención todo el tiempo. Sin embargo, para muchos otros -y especialmente para las mujeres- esto también puede ser un problema.
“La novia, en particular, quiere ser el centro de atención porque es un gran día en su vida”, señala Mike Dulz. Hay que tener mucho cuidado de que no se produzca una competencia entre las novias: ¿quién tiene el vestido más bonito?, ¿quién se lleva todas las miradas?
El hecho de que una quiera superar a la otra puede ocurrir inconscientemente, indica Sarah Kiehl. No importa si una prefiere lo sencillo y la otra todo con mucho brillo. “Surgen tantas emociones en un momento así que realmente no se pueden predecir”, advierte.
Además, entre los invitados probablemente habrá también gente que uno apenas o ni siquiera conoce. O que sí conoce pero no habría invitado personalmente. “Puede ser una sensación extraña”, dice Dulz. Al fin y al cabo, una boda es algo muy personal e íntimo: “Corren las lágrimas, hay momentos especiales de felicidad... ¿quiere uno compartir todo eso con esa gente?”.
¿Ahorro de dinero?
Pero también en aspectos muy racionales hay que pensar detenidamente, porque el ahorro puede no ser tan grande como se cree.
Algunos puntos no se pueden simplificar, “porque el ‘getting ready’ (el prepararse, el vestirse de los novios) y el ‘styling’ (peinado, maquillaje) tienen lugar al mismo tiempo: se necesitan en realidad dos fotógrafos”, apunta Kiehl.
Y, por supuesto, dos tartas de boda, un salón de fiestas más grande y más comida para más invitados.
Solo se incurre una vez en los gastos de la música. Pero el DJ Thomas Sünder también ve aquí problemas: “Si hay una fiesta conjunta con baile, el DJ tiene que conciliar cuatro grupos: 2 veces familiares y amigos de las novias, 2 veces familiares y amigos de los novios”. Eso puede ser hasta cuatro veces más difícil.
Y como el tiempo es limitado, no puede haber demasiadas peticiones musicales por adelantado. “Si no, el DJ no tiene oportunidad de adaptar su música al público, que es asimismo especial por la mezcla”, explica Sünder.
Sarah Kiehl también ve posibles tensiones en el alojamiento de los invitados. Por ejemplo, si no hay suficientes habitaciones de hotel en las inmediaciones del lugar. “La cuestión es cómo dividir aquí a la familia y a los invitados”.
No se puede tener a unos caminando cinco minutos hasta el hotel y a otros viajando 30 minutos en taxi. “Eso puede crear rápidamente una sensación de ‘dos clases’, de que algunos son más importantes que otros”, advierte Kiehl.
Comunicación clara
Ya sea la comida, la decoración, la música, las esperanzas y las expectativas: nada funciona sin una comunicación abierta. “Tiene que haber un concepto muy claro de antemano con un calendario claro”, dice Kiehl.
“Las parejas tienen que ser conscientes de que, además de todo lo demás, habrá estrés emocional, lo que podría desviarles del camino”. Merece la pena contar con un planificador profesional que pueda adoptar una perspectiva objetiva.
“No funcionará sin compromisos”, dice Mike Dulz.
“Al fin y al cabo, hay el doble de intervenciones”. Con todas estas preocupaciones, ¿se debería correr el “riesgo” de una boda doble? “Si vinieran dos parejas a pedirme mi opinión, les diría que sí”, dice Dulz. “Pero les aclararía todos los puntos a considerar”.