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En lugar de la tradicional bebida nacional, sobre todo los más jóvenes prefieren beber cerveza o abstenerse totalmente del alcohol como parte de las transformaciones en el estilo de vida. Además de esta tendencia, el cambio climático también supone un reto para Francia como país vinícola.
La cerveza ha superado al vino como bebida más popular en Francia en la encuesta anual de la empresa de marketing Sowine, aunque por un margen muy estrecho.
Según el estudio, la preferencia por la cerveza es mayor entre los hombres que entre las mujeres, y el vino blanco es más demandado que el tinto.
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En el sondeo, el 15 por ciento de los franceses declaró no beber alcohol. Entre los jóvenes de 18 a 25 años, la cifra es del 23 por ciento, frente al 10 por ciento en el grupo de edad de 50 a 65 años.
La cerveza supera al vino con una caída del consumo de 70 por ciento
El consumo de vino lleva mucho tiempo disminuyendo en Francia. La asociación del sector Vin & Société anunció a principios de año que, en 60 años, el consumo de esta bebida entre los franceses ha caído alrededor de un 70 por ciento, pasando de más de 120 litros por año y habitante en 1960 a menos de 40 litros en 2020.
Entre los jóvenes de 18 a 35 años, el vino perdió nueve puntos porcentuales de cuota de mercado de 2014 a 2021.
En 2021, la cerveza representó el 39 por ciento de las compras de bebidas alcohólicas de los menores de 35 años, mientras que el vino supuso el 27 por ciento.
La asociación del sector considera que la causa son los cambios en la sociedad. Las comidas tradicionales con vino en la mesa están perdiendo importancia, la cultura de beber vino ya no se transmite automáticamente en las familias.
La cerveza supera al vino, éste último se bebe en compañía
También hay más hogares unipersonales, pero el vino tiende a beberse en compañía. La asociación exige que se pula la imagen del vino en Francia.
No se trata de llamar a los franceses a los excesos, afirma el presidente de Vin & Société, Samuel Montgermont: “La cuestión es bien distinta: ¿queremos ver el vino en nuestras mesas o en nuestros museos en los próximos años?”.
Bernard Farges, presidente del Comité Nacional de las Profesiones del Vino, advierte de las consecuencias. “Muchos profesionales del vino están sintiendo los efectos de la contracción del mercado, impulsada por el descenso del consumo, agravado por la feroz competencia internacional y las recientes incertidumbres climáticas”, explica.
Farges teme que los productores abandonen la profesión y que no haya sucesor para muchas bodegas.
Uno de los viticultores de la región de Burdeos que ha solicitado eliminar vides es André Faugère (65 años), que produce 1.800 hectolitros de vino tinto de media al año.
“Llevo veinte años trabajando con bodegueros para exportar mis vinos a África e Inglaterra, pero las ventas están bajando”, declaró recientemente Faugère a la emisora France 3, y añadió que la caída del consumo afecta más al vino tinto que al blanco o al rosado.
La viticultura bordelesa
El Estado, la región y la asociación del sector van a destinar hasta 67 millones de euros (70 millones de dólares) a la reestructuración de la viticultura bordelesa, según anunció el ministro de Agricultura, Marc Fesneau.
Las zonas de cultivo abandonadas se reforestarán. En total, hay actualmente unas 110.000 hectáreas de tierras cultivadas en la región del oeste de Francia.
Además del descenso del consumo, los viticultores franceses sufren cada vez más periodos de sequía. A largo plazo, el sector vitivinícola francés debe prepararse para las adaptaciones necesarias al cambio climático, según declaró recientemente el Ministerio de Agricultura.
El Instituto Francés de Viticultura aconseja a los productores cultivar vides más resistentes al clima y tomar medidas para que la viticultura sea lo más neutra posible desde el punto de vista climático.
¿Y todo esto se traduce en un <b>auge del mercado</b> de la cerveza en Francia?
Según datos de la asociación de cerveceros franceses “Brasseurs de France”, Francia se sitúan a la cola de la Unión Europea con un consumo per cápita de 33 litros al año, a pesar de su creciente sed de cerveza.
El 70 por ciento de la cerveza que se consume en Francia se fabrica en el propio país, con un número creciente de cervecerías artesanales y microcervecerías.
Y este país gastronómico cuenta además con especialidades regionales, como las cervezas de rosas y arándanos, así como de achicoria en el norte, de alforfón en Bretaña y de castañas en el departamento de Ardèche.