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Desde 1994, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda cada 21 de septiembre el día mundial del Alzheimer, la que es considerada una de las epidemias del siglo XXI, con alrededor de 50 millones de personas afectadas al rededor del mundo, y proyecciones de hasta 115 millones de pacientes para 2050.
El Paraguay, el Ministerio de Salud registra que el año 2022 se registraron en todo el país 178 pacientes consultando por esta enfermedad, solo en los servicios públicos. La mayoría de ellos, lo hicieron en el departamento Central -68 pacientes- y en Capital -27 pacientes-.
La doctora Marta Galeano, jefa del Departamento de Neurología de Adultos del Hospital de Clínicas, asegura que la mayoría de los entre 5 a 10 pacientes que consultan cada mes, la mayoría viene en un estado avanzado de la enfermedad.
La doctora apunta como el principal factor, la creencia generalizada de que olvidarse de las cosas después de 60 o 70 años es algo normal, pero eso no es así. Por este motivo, apuntan justamente a dar a conocer cuáles son los signos prematuros de la enfermedad, para ayudar a disminuir sus efectos.
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Alzheimer: atención temprana, la clave para disminuir sus efectos
La doctora Galeano señala que esta enfermedad comienza mucho antes de lo que nos damos cuenta. “Las estadísticas hablan de que los familiares se percatan de que hay un deterioro de la memoria después de tres años de haber comenzado la enfermedad”, aseguró.
“Generalmente empiezan con pequeños olvidos, dónde puso su dinero, piensa que alguien le roba, que les toca sus cosas, episodios de confusión, amnesia. Es muy frecuente que uno les cuente algo y después se olvida totalmente, te vuelve a preguntar, o repite varias veces”, comentó la profesional.
Aseguró que otro de los signos son los olvidos en la cocina, las comidas quemadas. “También se levantan a la madrugada y piensan que ya es de mañana, o se quieren bañar a las dos de la madrugada. Otra forma de presentarse es la celotipia. Creen que su cónyuge tiene otra persona”, aseguró la doctora.
La profesional señaló que esto va empeorando, y lo ideal es acudir ante los primeros signos. “Cuando llegan junto a nosotros generalmente ya tienen todos esos síntomas, trastornos para hablar, no les sale la palabra correcta, y después hasta eso van perdiendo”, señaló.
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Algunos signos más avanzados de la enfermedad
La doctora Galeano cuenta que la enfermedad, lentamente empieza a hacer perder al paciente la capacidad de hacer las funciones básicas. “A veces se vuelven más violentos, pueden tener muchos trastornos del sueño, cuadros depresivos y ansiosos, incluso pueden llegar a convulsionar”, aseguró.
Las estadísticas mundiales, indica la doctora, demuestran que la enfermedad es mucho más frecuente en las mujeres, en las que se se da el 65% de los casos. Otro de los factores de riesgo es también la edad, pues a mayor edad es más probable padecer de la enfermedad.
Otras condiciones preexistentes como la depresión, también es un factor de riesgo de padecer la enfermedad, así como la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, son factores que predisponen.
Otro factor que también se encuentra entre los que predisponen al alzhéimer es la baja escolaridad o poca formación, lo que explica la recomendación de mantener activa y ejercitada la mente.
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¿Se puede prevenir la enfermedad?
La doctora Galeano señala que en lo que se refiere a la prevención, la detección temprana es sin dudas el elemento más importante, así como ciertas actividades que permiten ralentizar el desarrollo de la enfermedad.
De esas actividades, la socialización es la más importante, por sobre todo con la propia familia. “Les decimos a los familiares que acompañen a sus pacientes, que les den algún tipo de actividad que produzca estimulación cognitiva. Que colabore con cortar las verduras, o la limpieza, o que acompañe al nieto en ciertas cosas”, mencionó.
La interacción social debe acompañar a la vida saludable, el ejercicio físico e intelectual, son necesarios para mantener el buen ánimo necesario para evitar el avance del alzheimer.
Con respecto a la atención con medicación, la doctora Galeano señala que resulta un gasto importante para las familias, teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos, esta enfermedad va acompañada con otras complicaciones, resultando en un gasto mensual superior a las G. 800.000, lo que significa un enorme sacrificio para la mayoría de ellas.
En un estado más avanzado de la enfermedad, requiere además acompañamiento profesional, que eleva el presupuesto mucho más.
A esto hay que sumarle el hecho de que en Paraguay existe una falencia en la atención a los adultos mayores en el sector publico, lo que convierte esta situación en una verdadera tragedia para las familias.
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