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El herpes bucal (también llamado ampolla febril o herpes oral, entre otros) comienza como pequeñas ampollas que se forman alrededor de los labios y la boca. A veces también aparecen en el mentón, las mejillas y la nariz.
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Estas ampollas a menudo se agrupan formando manchas. Después de que las ampollas se rompen, se forma una costra que puede durar varios días. El herpes labial suele curarse en dos o tres semanas sin dejar cicatriz.
El doctor Robert Núñez médico intensivista neonatólogo y pediatra nos cuenta más al respecto.
¿Qué es el herpes labial y cómo se contrae?
Es un virus, y se contrae por contacto, con alguien que lo tiene. Son los llamadas popularmente “fuegos”, “calor de estómago”, etc.
El contagio puede darse incluso en los niños pequeños, evidenciándose mediante múltiples vesículas en boca, muy molestas.
En algunos casos incluso el contagio puede ser sin grandes síntomas.
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¿Por qué aparece?
El virus queda latente en el cuerpo durante toda la vida, y en periodos en los cuales disminuyen las defensas habitualmente se da en casos de exposición intensa al sol, fiebre, resfriados, estrés, alergias u otros motivos.
Las lesiones aparecen al rededor de la boca y cara. El mayor síntoma es la picazón en la zona, algunas veces con dolor leve. Las lesiones son múltiples ampollas que luego se rompen y posteriormente se forma una cáscara.
La duración es de 5 a 7 días, pudiendo permanecer las costras hasta 2 semanas.
¿Cómo tratarlo?
No hay forma de cortar el ciclo y eliminar la lesión, normalmente dura de 7 a 14 días. Existe medicación y crema que pueden aplacar los síntomas.
Se recomienda durante los días que dure la lesión evitar contacto de la zona con otras personas mediante besos, compartir utensilios, compartir vasos, etc.