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La menopausia es una etapa que se presenta en las mujeres alrededor de los 50 años, pudiendo darse unos años antes o después, ya que cada mujer es distinta. A los 45 años de edad ya empieza una etapa de pre menopausia, donde ya empiezan a aparecer algunos cambios o síntomas y el cuerpo se prepara para otros, por tanto, es importante estar preparadas para disminuir las sintomatologías de la misma.
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“Así como existe una alimentación adecuada en indicada para el lactante, el niño, el joven, el adulto, o el adulto mayor, también se puede decir que existe una alimentación adecuada, indicada para esta etapa, la menopausia” menciona la nutricionista
En esta etapa descienden los estrógenos (hormonas femeninas) y como consecuencia la mujer es más susceptible a padecer algunas alteraciones, como aumento de peso con acumulación de grasa en la zona abdominal, elevación de los niveles de colesterol malo (LDL), elevación de glucosa, desmineralización ósea y propensión a la osteopenia u osteoporosis.
Con el fin de disminuir los síntomas consecuentes de estos cambios, es recomendable realizar una dieta antiinflamatoria y suplementada según las necesidades, con vitaminas C, D, B6, K2, magnesio, zinc, triptófano, melatonina, Omega 3, resveratrol, colágeno, entre otros.
Se recomienda evitar el consumo de estos alimentos inflamatorios
- Alimentos procesados. Esto se debe a que la mayoría de los alimentos procesados contienen grandes cantidades de harinas, azúcares y sal, enemigos en esta etapa, que como son inflamatorios, pueden causar cansancio e hinchazón además de contribuir al aumento de peso y a que la piel desmejore su calidad.
- Harinas refinadas. No es necesaria eliminarla en su totalidad, pero sí disminuir lo más posible su consumo y moderarlo, ya que son responsables de interferir a nivel hormonal con las hormonas sexuales, además de enlentecer la digestión y producir inflamación e hinchazón.
- Consumo excesivo de sal. Se debe evitar el consumo de sal ya que produce retención de líquidos, aumenta la presión arterial y la posibilidad de padecer afecciones cardiacas. Produce hinchazón e inflamación.
- Consumo de picantes. Evitar la ingesta de picantes, ya que estos provocan calor, sudoración, por tanto contribuyen a incrementar los sofocos y calores propios de esta etapa.
- Carne roja. Disminuir su consumo, ya que además del descenso natural de estrógenos, esta hace que los estrógenos disminuyan aún más en el organismo. Se puede reemplazar con otras carnes más saludables.
- Café. Se debe reducir su consumo, ya que en la menopausia uno de los principales síntomas es el insomnio. Por tanto, aumentará la dificultad para conciliar el sueño acompañada de irritabilidad, cansancio e inestabilidad.
- Grasas trans y grasas omega 6. Evitar estas grasas ya que ayudan a reducir el colesterol malo, que generalmente suele aumentar en esta etapa.
- Alcohol. Evitar su consumo, ya que las bebidas alcohólicas aumentan el envejecimiento. la deshidratación, el cansancio y predisponen al aumento de peso.
- Edulcorantes artificiales. En esta etapa tendemos a cambiar el uso del azúcar por edulcorantes con el fin de evitar el aumento de peso, pero debemos consumir edulcorantes naturales como el ka’a heé o la stevia, ya que muchos de los otros contienen xilitol, sorbitol y manitol, que no son aprovechados en la digestión, por tanto fermentan provocando hinchazón abdominal.
“De esta manera explico qué alimentos y por qué se deberían evitar en esta etapa. Y vale recordar, que es una etapa con características y necesidades distintas y propias, por tanto siempre es bueno que exista el acompañamiento de un profesional nutricionista para disminuir los síntomas de esta etapa y a la vez asegurarse de que estamos alimentándonos de manera correcta” concluye la profesional de la nutrición.