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La sigla Fodmap proviene del inglés Fermentable Oligosaccharides, Disaccharides, Monosaccharides And Polyols (en español oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables), explica la experta en nutrición personalizada Carolina Sosky.
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“Al grupo de los carbohidratos fermentables de cadena corta pertenecen, entre otros, los fructanos que se encuentran por ejemplo en el trigo. Se sospecha que desencadenan síntomas gastrointestinales como diarrea y gases en los pacientes con enfermedades gastrointestinales funcionales”explica nutricionista.
“Se considera que el cuerpo humano no puede aprovechar los fructanos y estos carbohidratos no digeridos comportan alteraciones osmóticas en el intestino delgado al ser fermentados por las bacterias del intestino grueso”, agrega Carolina Sosky.
Seguir la dieta solo bajo supervisión
Según la nutricionista, dado que una dieta baja en Fodmap restringe considerablemente las opciones de alimentación y tiene efectos enormes en la composición de la flora intestinal microbiana, los pacientes que sigan esta dieta deberían ser monitoreados en su alimentación debido a garantizar un aporte suficiente de sustancias importantes, como por ejemplo el calcio.
“Se recomienda que la dieta baja en Fodmap solo se realice durante un periodo de tiempo reducido de hasta ocho semanas. A continuación, vuelven a introducirse los Fodmap, de acuerdo con la tolerancia individual y en relación con los síntomas gastrointestinales presentados. Así, se puede garantizar un abastecimiento suficiente de sustancias nutritivas y se reducen al mínimo los efectos negativos en la flora intestinal bacteriana”.
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Los siguientes alimentos son ricos en Fodmap:
- Oligosacáridos: fructanos y galactooligosacáridos, contenidos en el trigo, cebada, centeno, cebolla, puerro, la parte blanca del cebollita de hoja, ajo, alcachofa, remolacha, hinojo, guisantes, endivias, pistachos, anacardos, leguminosas, lentejas y los garbanzos.
- Disacáridos: lactosa, contenida por ejemplo en la leche, el pudding, el helado y el yogur.
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- Monosacáridos: fructosa libre (isómero de la glucosa), contenida por ejemplo en la manzana, pera, mango, cerezas, sandía, espárragos, la miel y el jarabe de maíz rico en fructosa.
- Polioles: sorbitol, manitol, maltitol y xilitol, contenidos por ejemplo en la manzana, pera, cerezas, melón, ciruelas, sandía, setas, coliflor, chicles, caramelos de menta y las golosinas sin azúcar.