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La Dra. Imelda Martínez es médica por la Universidad Nacional de Asunción, especialista en medicina interna. Hematóloga por el Instituto Paoli-Calmettes y la Universidad de Aix-Marsella, Francia. Magister en Bioética por la Universidad Libre Internacional de las Américas-Valencia, España. Es profesora titular en la UNA y presidente de la Comisión Nacional de Bioética del Paraguay (CONABEPY).
“En el 2005 hago el primer diplomado en Bioética, que para mí ha sido apasionante, un descubrimiento, una reconversión. Me ha ayudado a ser mejor persona; porque la bioética tiene por centro a las personas y su dignidad en profunda interacción con el medioambiente, incita, empuja a la reflexión y la acción conforme a principios como la belleza, la bondad, la solidaridad, el amor, el cuidado del otro y la búsqueda de una ecología integral.
Detrás de esto andamos junto a otros, en medio de luces y sombras, como todo andar”, dice la Dra. Martínez.
Bioética, parte fundamental
La bioética nace en la década del 70, ante los innumerables acontecimientos del siglo pasado: los trasplantes, la diálisis, la tecnología para unidades de terapia intensiva, lo que provocó dilemas ético-clínicos por doquier. Y también lo penoso: las dos guerras mundiales, los vergonzosos experimentos en seres humanos. En 1971 el médico oncólogo Van Rensselaer Potter publica su libro: Un puente hacia el futuro, proponiendo unir las ciencias biológicas, experimentales con las humanidades.
En 1927 el alemán Fritz Jahr, un pastor protestante usó la palabra bio-ethik para expresar la relación entre el ser humano, los animales, las plantas y el medioambiente. Más tarde, el código de Nuremberg (surgido del juicio de Nuremberg donde se enjuició a médicos nazis), una especie de marco regulatorio ético para la experimentación en seres humanos.
Con los años la bioética va pasando por diferentes modelos o corrientes, pero siempre apuntando hacia lo que se cree el mejor comportamiento del ser humano ante la vida y su entorno.
¿Podríamos repasar qué es el cambio climático exactamente?
-El cambio climático (CC) es un fenómeno natural debido a las alteraciones de los parámetros del clima, en valores y rangos, y en la velocidad que se dan las alteraciones. Mediante estudios y comparaciones se establece cuán intenso o no es el cambio. En los documentos internacionales se usa el término cambio climático solo para referirse al cambio por causas humanas.
Por cambio climático se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que perturba la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima, observada durante periodos de tiempo comparables. Si se produce por causas naturales se denomina variabilidad natural del clima. En algunos casos, para referirse al cambio de origen humano se usa “cambio climático antropogénico”.
En síntesis, el cambio climático es el calentamiento global del Planeta Tierra, hoy día, debido al aumento notable de los gases de efecto invernadero (GEI), por causa de la actividad humana, en relación a los GEI emitidos en la era preindustrial. Es una emergencia mundial sanitaria y social.
Cuánto por ciento ocurre de manera natural y cuánto por la mano humana?
-El 95% del CC hoy se debe a causas antropogénicas, según los expertos.
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¿Qué nivel de conciencia climática gubernamental tenemos en Paraguay?
-En Paraguay hay excelentes leyes para el cuidado de la naturaleza y el medioambiente, que pueden proteger de los impactos negativos del CC, pero lamentablemente esas leyes en muchos casos son letra muerta.
Hay una corriente que niega el cambio climático, lo atribuyen a algo que siempre existió y naturalmente.
-Sí, hay un porcentaje reducido de investigadores que dicen que el CC no existe. Esto tiene que ver también con grandes intereses de una economía al servicio del mercado y no precisamente al servicio de la sociedad; se dice que esto de servir solo al mercado es lo que provoca grandes mayorías empobrecidas, a causa de esta manera de pensar, de sentir y actuar.
El calor y la población crecen en las ciudades mientras en el campo avanza la deforestación.
-Es necesario dar a conocer el CC, concienciar a las poblaciones sobre sus impactos negativos, cambiar los estilos de vida, y buscar que se haga ordinario el reciclar, rehusar, refabricar para disminuir la agresión a nuestro planeta y cuidar el medioambiente de una manera amigable y respetuosa. Los modelos de los agronegocios que utilizan agroquímicos o, como también se les dice, agrotóxicos, deben cambiar radicalmente para respetar los Derechos Humanos y ser consecuentes con la ética del cuidado.
Señaló como muestra, un informe del comisionado de la ONU: “En Paraguay no se cumplen las leyes de control de pesticidas. Esto genera impunidad ante las violaciones y abusos de derechos humanos de millares de personas expuestas a la contaminación tóxica” (Marcos Orellana, relator especial ONU).
También destacó que pueblos indígenas y comunidades campesinas se encuentran arrinconados por monocultivos y otros cultivos dependientes de agrotóxicos. “Quienes se oponen a la contaminación de sus comunidades son muchas veces criminalizados por el Ministerio Público. La gran concentración de tierra en pocas manos y la consecuente exclusión de amplios segmentos de la población, agrava estas injusticias ambientales”.
En nuestro país tenemos dos hidroeléctricas que pueden ayudarnos mucho a luchar contra el CC, distribuyendo energías más limpias.
¿Qué relación hay entre epidemias y cambio climático?
-El CC nos muestra extremos climáticos llamativos: frío y calor excesivo, catástrofes naturales como inundaciones, derretimiento de los glaciares antes llamados glaciares eternos, lo que trae aumento del nivel del mar con acidificación del mismo y disminución de la biodiversidad marina, que es mayor que la biodiversidad de la superficie terrestre.
Este aumento del nivel del mar produce disminución de la fertilidad de zonas costeras, otrora tan fértiles, y migraciones forzosas de poblaciones que habitaban esos lugares. Y entre otros fenómenos preocupantes que agravan el cambio climático está la deforestación irracional, que permite que haya cambio en los hábitats naturales. Los vectores habitantes otrora de los bosques, acuden a las ciudades y causan enfermedades.
La zoonosis puede producir epidemias de las características de la que ha azotado últimamente a nivel mundial.
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En la batalla por el clima es necesaria la unión ética de las ciencias.
-Hay una premisa que recordar: no todo lo que es posible hacer es ético. Y como dice la bioética basada en la dignidad de la persona humana y que ésta debe tener la ética del cuidado sobre el medioambiente, sobre nuestra tierra y los seres vivos, y con el compromiso de todos se podrán hacer cosas que sean para el bien de la persona y de nuestra “hermana madre Tierra”, conforme a una ecología integral recomendada por Francisco.
El estaba y está preocupado: “El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad”
¿Qué países se han comprometido para concretar acciones por el bien del planeta?
-El 12 de diciembre de 2015 se escribió el acuerdo de París entre jefes de Estado de 195 países preocupados por el calentamiento global, que asistieron a la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático. El acuerdo se firmó en abril del año 2016 en los EE. UU. y ya fueron menos los países que se ratificaron.
Los expertos han afirmado que estamos en un punto que, de continuar así, sin cambios en la conciencia y el deber de cuidar a nuestra Tierra, el grado de deterioro del planeta va a ser tal que en unos años más se peligraría verdaderamente la supervivencia de los seres vivos, todos, incluyendo al ser humano.
Gobiernos que prometen pero no cumplen
-Cada año se lleva a cabo lo que se llama Conferencia de las Partes (COP) para reflexionar y ver si los compromisos asumidos por los gobiernos están siendo asumidos. Recientemente finalizó la COP en Egipto, donde se vio que el caminar hacia medidas de mitigación y adaptación es muy limitada, y que el objetivo del acuerdo en parís, de mantener la temperatura del planeta en 1,5 °C y no sobrepasar de ninguna manera los 2°C en el año 2100 está lejos de ser logrado si se continúa como hoy. Es muy preocupante. Hay líneas de riesgo que están en rojo y a partir de allí no hay retorno. El slogan visto ha sido COP27: una oportunidad para actuar. Todavía podemos marcar la diferencia.
Los niños, principales víctimas
-El impacto del CC sobre la niñez es devastador, y seguro sobre las generaciones futuras. El cambio climático afecta a los derechos de los niños, a la vida, la salud, la seguridad, el derecho a la vivienda y a la educación, el derecho a una familia, al aire limpio, alimentos, agua potable.
Un estudio de UNICEF revela que unos 1.000 millones de niños se enfrentan a la combinación letal al estar expuestos a múltiples perturbaciones climáticas y medioambientales y ser altamente vulnerables debido a la precariedad de los servicios esenciales que reciben, como el agua y el saneamiento, la atención médica y la educación.
Foro internacional en Paraguay
En octubre pasado se llevó a cabo en Asunción el VII Foro Franco Latinoamericano de Bioética y Cambio Climático (CC), el mismo fue declarado de interés nacional. En el foro se tocaron temas referentes a la Tierra y el CC: el respeto a la biodiversidad, a la salud, la solidaridad, la responsabilidad y justicia climáticas, el rol de las instituciones internacionales, la participación ciudadana, el desarrollo sostenible, entre otros. Se contó con la presencia de destacados profesionales paraguayos y extranjeros.