El estudio, que ha contado con investigadores del Hospital Universitario de Navarra (HUN), concluye que estos minutos de actividad física semanal no solo reducen el riesgo de infección sino que además protegen de las formas más graves de covid-19 (ingreso hospitalario y muerte).
La investigación, publicada hoy en el British Journal of Sports Medicine, reconoce que aunque el beneficio de la actividad regular y la protección contra el covid ha sido constatada por diversos estudios, todavía no está claro cómo o por qué se produce esta protección; probablemente se deba a factores metabólicos y ambientales, opinan los investigadores.
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Algunas investigaciones sugieren que la actividad física puede, en parte, reforzar el sistema inmunitario.
Para averiguarlo, los autores revisaron la información de tres grandes bases de datos con estudios relevantes publicados entre noviembre de 2019 y marzo de 2022, y agruparon los resultados de 16 informes que incluían datos sobre 1.853.610 adultos (el 54% mujeres) con una edad media de 53 años.
La mayoría de los estudios se realizaron en Corea del Sur, Inglaterra, Irán, Canadá, Reino Unido, España, Brasil, Palestina, Sudáfrica y Suecia.
Actividad física regular=menos riesgo de infección
El análisis de los datos agrupados mostró que, en general, los que incluían la actividad física regular en su rutina semanal tenían un 11% menos de riesgo de infección por el SARS-CoV-2, el virus causante del covid-19.
También tenían un 36% menos de riesgo de ingreso hospitalario, un 44% menos de riesgo de enfermedad grave y un 43% menos de riesgo de muerte por covid-19 que las personas físicamente inactivas.
Los autores constataron que el efecto protector máximo se producía a partir de unos 500 minutos de equivalente metabólico de tarea (MET) a la semana. Hacer deporte más allá de ese tiempo, no supone más protección, aclaran.
Los MET son la cantidad de energía (calorías) gastada por minuto de actividad física, y 500 equivalen a 150 minutos de actividad física de intensidad moderada, o 75 minutos de intensidad vigorosa, según el estudio.
Los autores advierten que esta conclusión se ha basado en estudios de observación y evaluaciones de los niveles de actividad física, y en datos de estudios sobre las variantes Beta y Delta del SARS-CoV-2 pero no del Omicron, lo que podría variar un poco los resultados.
Explicaciones biológicas
Pese a esta premisa, defienden que hay explicaciones biológicas plausibles que demuestran que el ejercicio regular de intensidad moderada puede ayudar a potenciar las respuestas antiinflamatorias del organismo, así como la aptitud cardiorrespiratoria y muscular, lo que podría explicar sus efectos beneficiosos sobre la gravedad del covid-19.
“Nuestros hallazgos ponen de manifiesto los efectos protectores de realizar suficiente actividad física como estrategia de salud pública, con beneficios potenciales para reducir el riesgo de COVID-19 grave”, concluyen los autores.