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La terapia de jugos se realiza las cuatro estaciones del año. En verano por el intenso calor y para prevenir deshidratación y nutrir el organismo. En invierno hay que fortalecer el sistema inmunológico. Para luchar contra virus, hongos, bacterias, patógenos varios, hay que proveer de muchas vitaminas y minerales que el cuerpo no produce y tenemos que tomar de afuera. Los verdes son puro magnesio y clorofila. Esta última es la sustancia que le otorga el color verde a las plantas. Tiene poder de alzar las defensas, ayuda a bajar de peso, desintoxica el organismo, fortalece los músculos y mejora la digestión. Todo eso hace la clorofila presente en las hojas verdes de las plantas. Existen métodos para extraer esta sustancia para consumirla. Y son simples como machacar las hojas en un mortero y agregar alcohol al juguito. No hay que abusar con ello.
Siguiendo con el tema de los sabrosos líquidos verdes, podemos afirmar que por su alto contenido de antioxidantes, ayudan a rejuvenecer y regenerar la piel y todas las células. Nos mantienen eternamente jóvenes y vitales. Los nutricionistas en la actualidad, otorgan un lugar preponderante en sus dietas a todo lo verde. Tienen bastante éxito en cuanto a salud y belleza. Inclusive no es solo para adultos con regímenes puntuales o deportistas. También a los niños les encantan si les agregan manzanas verdes que le da un gusto espectacular. Si le pones lima a tu jugo eso ayuda a calmar el sistema nervioso central. Y todo lo que hemos citado al principio es para diabéticos e hipertensos. Y para personas con problemas de circulación y tiroides.
Es impresionante el poder curativo de los vegetales. Mas la cosa no termina allí. Podemos llenar con un festival de colores la mesa cotidiana. El verde es el color de lo ecológico y de lo saludable.
El color amarillo o naranjado contiene betacaroteno contra el cáncer como duraznos, locotes, calabazas, dátiles, zanahorias, naranjas, piña, melón y mandarina. Las moradas y azules como arándanos, uvas, moras, ciruelas y berenjenas son potentes anticancerígenos. Los blancos como ajo, cebolla, coliflor, nabos y repollos mantienen el colesterol a raya y eliminan las toxinas acumuladas en el hígado. Alivia dolores musculares y articulaciones. Y los rojos como frutilla, frambuesa, mangos, remolachas, rabanitos y cerezas son poderosos como anticancerígenos. Nutren, Limpian, curan. Vegetales, frutas, raíces y hojas, de todos los colores. Cualquiera de ellos que elijas o mezclando entre sí, te ayuda a mantener la salud y la belleza, Además, son riquísimos. Verdaderas riquezas de la madre naturaleza. Merece la pena disfrutar de ellos.