Los españoles aguardan impacientes la Semana Santa, que empieza el domingo de Ramos (10 de abril) y se prolonga hasta el domingo 17, porque significa su primer asueto tras la llegada de la primavera y el buen tiempo.
Es una época en la que aprovechan para viajar, trasladarse a sus segundas residencias o visitar familiares, pero también en la que muchos asisten en masa a procesiones religiosas, en este país de fuerte tradición católica.
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“Estamos con muchísima ilusión después de 2 años, deseando que llegue” esta época, dijo a la AFP Rafael Pérez, de la hermandad Trabajo y Luz que realiza procesiones en Granada (Andalucía, sur).
Las costumbres saltaron por los aires en 2020, cuando la Semana Santa encontró a los españoles encerrados bajo uno de los más estrictos confinamientos del mundo, ante la primera ola de la pandemia, que golpeó con especial dureza a España.
Semana Santa en Sevilla
Sin poder salir de casa y con toda celebración pública cancelada, algunas personas se las ingeniaron para marcar las festividades en sus hogares, principalmente en el sur del país, donde las procesiones son una tradición popular muy poderosa desde hace siglos.
En Sevilla, la capital de Andalucía de 680.000 habitantes que duplica su población en Semana Santa por el atractivo de sus festejos, vecinos pusieron a todo volumen marchas, las melodías que acompañan en las calles a las imágenes religiosas, o entonaron desde sus balcones saetas, cantos a capella en honor de cristos y vírgenes.
La situación mejoró solo un poco para la Semana Santa de 2021, ya que las autoridades, con el recuerdo vivo de la explosión de contagios que siguió a la Navidad de 2020, hicieron cumplir restricciones como toques de queda y prohibición de viajar entre regiones del país.
Las multitudinarias procesiones en Sevilla, que antes de la pandemia no habían dejado de salir desde 1933, quedaron suspendidas por segundo año consecutivo, al igual que las de otros lugares de España.
El regreso del turismo
Este año, los españoles quieren recuperar el tiempo perdido y disfrutar de una Semana Santa similar a las de antes de la pandemia, cuando dentro del país se realizaban en promedio unos 7 millones de viajes, según la página Statista.
“Las expectativas turísticas y empresariales para esta Semana Santa de 2022, primera tras dos años sin poder celebrar por la pandemia, se acercan al 90% de los niveles de ventas registradas en 2019″, se congratuló este jueves la patronal del sector, Exceltur.
De su lado, la ministra del Turismo, Reyes Maroto, dijo esperar que este abril se recupere el 80% de los más de 7 millones de visitantes foráneos que vinieron el mismo mes de 2019, lo que sería un bálsamo para el sector turístico, muy golpeado por la pandemia en este país que era el segundo destino internacional antes de la pandemia.
“España se percibe (...) como un destino seguro debido al alto índice de vacunación de la población”, subrayó Reyes Maroto.
Uso de mascarillas
Con más del 92% de sus 47 millones de habitantes totalmente vacunados, España lanzó a finales de marzo una nueva estrategia para tratar al covid-19 como una enfermedad endémica. Por ello, la última gran restricción sanitaria que queda, y que se eliminará justo después de Semana Santa, es el uso de mascarillas en interiores.
En este contexto, las hermandades y cofradías del país ya tienen todo listo para las festividades religiosas de la semana.
En Sevilla, la alcaldía espera “una gran afluencia de público tras dos años sin la celebración de esta fiesta”, con más de 70 hermandades preparadas para realizar sus procesiones por la ciudad.
Ante las inevitables aglomeraciones, el gobierno regional andaluz recomienda llevar mascarilla a todos los participantes y un test para aquellas personas encargadas de llevar a hombros las imágenes religiosas.