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Existen controles que las madres deben realizarse en los primeros tres meses de gestación, que pueden detectar la incompatibilidad sanguínea entre el feto y la madre, y así actuar a tiempo en caso de que el resultado de positivo. Así lo recordó el doctor Orlando Alfonso, jefe de perinatología del IPS. Habló acerca de la “pesquisa de anticuerpos irregulares” y el “test de Coobs”.
“Es fundamental que la madre se haga el estudio del grupo sanguíneo. En la primera consulta se debe solicitar el grupo sanguíneo de la mamá, durante los primeros tres meses. Si la mamá es de grupo sanguíneo con factor RH-, ya se hacen otros estudios cada tres meses, con una pesquisa de anticuerpos irregulares o si no se dispone de ese estudio, se hace el test de Coombs indirecto”, manifestó.
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“Estos son los dos estudios que sirven para detectar si la madre está generando anticuerpos contra la sangre del feto. Si estos estudios arrojan valores por encima de 1 en 16, se considera ya a esa paciente sensibilizada y con alto riesgo de generar anemia al bebé”, indicó.
El doctor Alfonso señaló que posteriormente, se introduce un protocolo en el que se realizan controles ecográficos para controlar el grado de anemia fetal si es que el feto lo presenta.
Inyección para prevenir
Así también, el doctor habló acerca de una inyección que se aplica a las madres que tienen tipo de sangre RH-, para evitar que la sangre de la madre reacciones contra la del bebé.
“A las mamás que son RH- y a las que se le hace el estudio de Coombs y le sale negativo, se puede prevenir la sensibilización aplicando una gammaglobulina anti D a las 28 semanas, para prevenir que si el bebé tiene grupo sanguíneo positivo, evitar que la mamá reaccione, entonces se mantiene sin reaccionar, después del nacimiento, se vuelve a aplicar la gammaglobulina y eso previene que en los siguientes embarazos haya complicaciones”, explicó.
“Esa inyección tiene su costo que está rondando los G. 700.000 a G. 800.000 si va a comprar el paciente, pero en el IPS se aplica gratuitamente. Se aplica una ampolla a las 28 semanas y una después del parto”, indicó.
El viernes pasado, el equipo del servicio de perinatología del IPS, realizó exitosamente una transfusión de sangre a un feto de 28,3 semanas. El doctor Alfonso, comentó que anteriormente se llevaron a cabo intentos, pero no siempre resultaron exitosos, teniendo en cuenta la edad prematura del bebé.
“Hicimos una transfusión el 25 de noviembre de 2019. Fue la primera que hice yo en el IPS. Se realizaron intentos anteriormente pero muchas veces, los bebés vienen muy tarde y no aguantan la transfusión, por lo que fallecen durante el procedimiento. El primero exitoso fue del pasado 25 de noviembre, el bebé era muy prematuro, nació, pero luego falleció porque no aguantó su prematurez”, explicó.
¿En qué consiste la incompatibilidad sanguínea?
El profesional explicó cuál es el efecto de la incompatibilidad sanguínea entre el feto y la madre, y cómo funciona el procedimiento.
“En este caso, existe una incompatibilidad de sangre entre el bebé y la madre. La mamá tiene grupo sanguíneo con factor RH- y el bebé lleva el grupo sanguíneo del padre, RH+, entonces, en algún momento hubo un contacto importante entre la sangre de la madre y el bebé, pudo haber sido durante los partos anteriores o por algún tipo de sangrado durante los primeros meses del embarazo, entonces la sangre de la mamá genera anticuerpos contra ese factor RH, lo que hace que los anticuerpos destruyan los glóbulos rojos del bebé y le generan anemia”, comentó.
“Al transfundirle, le trasfundimos glóbulos rojos que son compatibles con los de la madre,entonces los anticuerpos de la mamá no reaccionan contra los glóbulos rojos nuevos, sí siguen reaccionando contra los glóbulos rojos que va formando el bebé, por lo que la anemia puede volver a presentarse después de la transfusión”, dijo.
El doctor señaló que si vuelve a presentarse la anemia, tienen que volver a transfundirle al feto hasta que alcance una edad gestacional en la que ya pueda aguantar fuera del útero de la madre con seguridad.