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Ellas producen yerba mate orgánica para el uso del mate, tereré y mate cocido. Acá rescatamos un poco la historia de algunas de ellas que día a día cuidan las plantaciones de la yerba que luego son consumidas por la ciudadanía.
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La Asociación Oñoirũ que produce yerba mate orgánica, celebran con entusiasmo el Día de la Tereré ya que lo consideran como una bebida tradicional del pueblo y la importancia que tiene la yerba en este preparado tradicional.
Ellas creen que apostar al modelo de producción agroecológico es el camino más viable para disminuir el impacto del calentamiento global. Un modelo de producción que implica un estilo de vida mas saludable y genera un ambiente más digno y esperanzador para las generaciones por venir.
La yerba en este caso juega un papel importante ya que un tereré con yerba orgánica es una manera más sana de consumirla.
Recordar el Día del Tereré
Las mujeres creen que es una jornada importante para promocionar el trabajo de todo el circuito que se moviliza para que una jarra, un termo con agua fresca y la guampa con yerba lleguen a los hogares o a los puestos de trabajo para los minutos libres.
Desde la persona que recolecta yuyos y la que cultiva plantas medicinales, todos los actores son relevantes a la hora de cebar un buen tereré. La combinación que aconseja la vendedora de hierbas en su puesto según la dolencia que quiere aliviar el consumidor.
Y por supuesto la elección de la yerba mate, en este caso orgánica, que tiene detrás un modo propio de entender la vida en su relación con la comunidad y con la naturaleza.
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Zulma Chávez
Zulma Chávez, es miembro activa de la directiva de la asociación. “Mi casa queda en Itapuá Poty Km 47, barrio Santísima Trinidad. Comienzo mi jornada bien temprano a la mañana, me levanto a las 5 a preparar un mate que comparto con mi compañero. Después ordeño las vacas, alimento a los chanchos y las gallinas, ordeño la vaca. De ahí nos vamos a la chacra a cuidar las plantaciones, cortar el maní que tiene su proceso, carpir con mi compañero, cambiamos el abono de las plantas medicinales. Tenemos cultivo de cedrón Paraguay y ka’a he’ê, recolectamos poroto para la feria de los viernes”.
“La plantación de yerba mate lleva un cuidado de todos los días, hay que remover la tierra con la azada, colocar el abono verde para nutrir y fortalecer la planta, para que crezca bien. Como productoras orgánicas siempre limpiamos la chacra. Tenemos muchas plantaciones, mandioca, maíz, no descuidamos el abono para garantizar una buena cosecha. Es un trabajo duro, pero muy satisfactorio”.
Mabel Sánchez
Mabel Sánchez, es la presidenta del Comité de Mujeres Oñondive, que está asociado a Oñoiru, yerbatera agroecológica de Edelira, Itapúa. “Hacemos un trabajo que nos deja muchos beneficios. Ahora estamos sumando más productores que ven nuestra forma de trabajar y se interesan, se quieren agremiar”.
“Como trabajo colectivo vamos aprendiendo el valor de la producción orgánica con enfoque agroecológico. Recibimos muchas capacitaciones y así vamos entendiendo lo diferente que es el modelo de producción que proponemos. Vemos que se puede producir sin dañar la tierra, el ambiente o la biodiversidad. Al contrario, vemos que este es un modelo amigable con la naturaleza. Gracias a la asociación mucha gente se da cuenta de cómo hay que trabajar para mejorar el rendimiento en la chacra. Y haciendo comparación, vemos que en otros lugares se paga menos por un trabajo en condiciones más difíciles a los productores de yerba mate”, comenta.
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Juana Elsa Marecos
Juana Marecos, socia del comité Oñondive, valora la importancia de ser productoras de cultivos orgánicos. “Ahora ya no tenemos miedo de lo que comemos porque antes nos dañaban en la salud, a nuestra familia, nuestros vecinos. Hoy día nos sentimos fuertes, saludables, da gusto trabajar en forma orgánica. Vos te vas contenta a enfrentar el día a día porque al final sabés que estás garantizando una producción sana y con resultados buenos para todos. Y este trabajo nos visibiliza como mujeres. Nos entusiasma tener cada vez más clientes que se acercan a comprar nuestros productos. Esto representa un ingreso para nuestras familias, nos permite comprar alguna cosa que falte en la casa”.