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“Durante esta época es importante reforzar la alimentación saludable aprovechando la frescura de frutas y verduras, además de no olvidar la importancia que tiene la hidratación diaria para lograr el equilibrio del organismo, así como otros cuidados que tenemos que tener en cuenta en el verano”, comenta la nutricionista Rosalba Canale del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), y ofrece algunas recomendaciones:
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- Los bebés menores de 6 meses que reciben lactancia materna no necesitan adicionar otro líquido además de su leche materna, la cual es importante ofrecerles con mayor frecuencia para lograr la regulación de la temperatura corporal. Posiblemente durante los días cálidos el bebé de por si demande mayor cantidad de leche.
- A partir de los 6 meses, a partir de esta edad ya deberán consumir agua potable y en épocas calurosas mayor cantidad, evitando el consumo de gaseosas, bebidas azucaradas que no ayudan a la hidratación. Además, a esta edad el bebé ya recibe la alimentación sólida (alimentación complementaria) es recomendable ofrecerles comidas de consistencia espesa, para que en poca cantidad reciba los nutrientes que necesita, prefiriendo preparaciones saludables como hervido, a la plancha, al vapor, al horno.
- Las frutas y verduras son buena fuente de agua y vitaminas, por lo que es importante ofrecer frutas y verduras de todos los colores. Son una excelente opción para consumir como mediamañana o merienda o como postre del almuerzo o cena. Los niños y niñas mayores de 18 meses pueden incorporar a su alimentación ensaladas de verduras crudas.
- Otro cuidado importante es la conservación de los alimentos; no dejar los alimentos a temperatura ambiente por más de 2 horas, es decir se deben guardar los alimentos cocidos inmediatamente en la heladera, pero no por más de 48 horas.
- Además de vestirlos con ropa ligera, de colores claros y evitar exponerlos mucho tiempo al sol o altas temperaturas, buscando lugares frescos donde puedan jugar o compartir con la familia.
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