Cargando...
Tan importante como la alimentación en esta época, es nuestra hidratación, debemos comer de forma saludable para que nuestro cuerpo cumpla sus funciones. Debemos hidratarnos o beber líquidos saludables para hacer frente al calor.
Lea más: Obesidad y su relación con las enfermedades cardiovasculares
Según señala Cristina B. Ciresa Peris, nutricionista, si hablamos de hidratación, no debemos olvidar al hidratante por naturaleza para las funciones del organismo, el agua, que cual debemos beber en un promedio de dos litros al día (ocho vasos).
“También tenemos en nuestra cultura arraigada, el tradicional tereré, que nos ayuda a combatir el calor sofocante y nos acompaña casi todo el día, además podríamos agregar las frutas como hidratantes o los jugos de las mismas, mezcladas con agua y sin azúcar, en todo caso endulzadas con ka’a he’ê” manifestó la profesional.
Con respecto a la alimentación, también son muy importantes las cocciones, preparaciones frescas, evitar las cocciones largas, las grasas, las frituras, los alimentos procesados, etc. La alimentación debe ser liviana y de fácil digestión, así no sobreexigimos al cuerpo con digestiones lentas y pesadas, ya que el cuerpo debe soportar el excesivo calor e incluso así mantener un funcionamiento correcto y equilibrado.
Tips para alimentarnos de forma saludable, práctica y adecuada
- Lo principal es mantenerse bien hidratados. Beber la mayor cantidad de agua posible es clave ante el exceso de calor y sudoración propios del verano. Debemos tener en cuenta principalmente a las etapas de riego, que son niños y ancianos, con los que debemos tener especial cuidado.
- Es de fundamental importancia consumir al menos tres o cuatro frutas al día. Además de que nos ayuda a hidratarnos (contienen entre un 80-90% de agua) también mantienen las defensas antioxidantes de nuestro organismo. Otros aportes son las vitaminas, minerales, fibras y antioxidantes, como la vitamina C, los polifenoles y los carotenos. Debemos elegir nuestras frutas de estación, las que están disponibles y fáciles de obtener en esta época del año, sandía, melón, piña, naranja, entre otras de fácil acceso.
- De entre los alimentos vegetales, verduras y hortalizas, debemos consumir por lo menos dos porciones de verduras variadas al día, crudas o con cocciones ligeras, por ejemplo, ensaladas o verduras blanqueadas o salteadas. Los vegetales de color rojo, rojo, amarillo o naranja son ricos en betacarotenos y otros antioxidantes, encontrados en los tomates, zanahorias, zapallos, locote rojo o amarillo, entre otros. Los de color verde, lechuga, espinaca, acelga, berro, brócoli, locote verde, con alto contenido en clorofila y carotenos. Las ensaladas debieran ser preparadas sin mayonesa, si con aceite crudo, vinagre, aceto o limón y un poco de sal.
- Si hablamos de panes o cereales, siempre debemos preferir los integrales, independientemente de la época del año. Son más livianos, de rápida digestión, contienen mayor cantidad de vitaminas y minerales que el pan blanco y a la vez mayor aporte de fibras.
- Si hablamos de legumbres, son recomendables dos veces por semana. Y como con el calor se hace menos apetecible un plato de lentejas, las podemos consumir de formas más ligeras, como en ensaladas.
- Si hablamos de carnes, fuente esencial de proteínas, se recomienda consumir carnes magras con cocciones ligeras, carne vacuna, de cerdo, de pollo o de pescado. Son más livianas y de fácil digestión las carnes blancas, como pollo o pescado. Se recomienda consumirlas de forma alternada 4 o 5 veces por semana, dándole prioridad a las blancas.
- Los helados, que son las estrellas del verano, se recomiendan consumir de manera eventual, 2 o 3 veces a la semana, prefiriendo los helados al agua, sin cremas, los helados bajos en azúcares, que ya son comunes en nuestro mercado y son igualmente sabrosos.
- Si hablamos de lácteos, elegir siempre los descremados, para evitar las grasas, se recomienda 2 a 3 porciones de lácteos al día, pudiendo se leches, yogures, quesos frescos, etc.
- Si hablamos de alimentación, no es menos importante resaltar la importancia de la cadena de frío con este calor. Es fundamental mantener la cadena de frío de nuestros alimentos en verano, sean estos cocidos o crudos, por tanto debemos prestar atención a los tiempos a la hora de hacer las compras o de almacenarlos refrigerados.
- Por último, si hablamos de alimentación, hidratación y salud, es importante destacar la importancia de la actividad física. Con este clima no debemos exponernos a excesivas temperaturas ni exponernos a esta actividad en horarios muy calientes. Se recomienda una actividad física constante y moderada, teniendo en cuenta los factores anteriores para evitar los golpes de calor y las descompensaciones.
“Con todo lo anteriormente mencionado, es posible lograr un buen estado de salud, con una alimentación adecuada y equilibrada respecto al excesivo calor en nuestro país” puntualizó Ciresa Peris.