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Carolina Sosky, experta en nutrición personalizada, afirma que la suplementación con probióticos específicos puede ser eficaz para restaurar la la microbiota intestinal y prevenir la obesidad y el sobrepeso, así como ayudar a bajar la grasa abdominal, el IMC y circunferencia de la cintura.
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La licenciada comenta que en los últimos años, los científicos han descubierto pistas de que la microbiota, la comunidad de billones de microbios que viven en el intestino, desempeña un papel en el aumento de peso y las enfermedades metabólicas.
Ahora, en pequeños estudios, están explorando si pueden estimular cambios en el metabolismo y potencialmente en el peso corporal a través de una terapia conocida como trasplantes de microbiota fecal, o F.M.T., que transfiere bacterias intestinales de donantes magros al intestino de pacientes obesos.
“Los expertos dicen que los trasplantes fecales nunca reemplazarán la dieta, el ejercicio, las terapias conductuales y otras intervenciones estándar para la obesidad y la diabetes tipo 2. Pero algunos creen que podrían conducir al descubrimiento de bacterias que protegen contra las enfermedades metabólicas y quizás convertirse en una de las muchas herramientas que ayudan a los pacientes obesos que luchan por perder peso”, dice Sosky.
El microbioma juega un papel importante para bajar de peso
Los científicos saben desde hace algún tiempo que los microbiomas de las personas obesas y delgadas difieren de manera sorprendente. La obesidad, la resistencia a la insulina y la enfermedad del hígado graso están asociadas con una menor diversidad microbiana y niveles más altos de un grupo de organismos llamados firmicutes. No está claro si la obesidad y las enfermedades son lo primero o viceversa. Pero hay indicios de que el microbioma juega un papel importante.
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Los científicos han encontrado diferencias en las bacterias intestinales de niños de hasta 6 meses de edad que pueden predecir el aumento de peso futuro. Los estudios de ratones obesos muestran que albergan microbios intestinales que son más capaces de recolectar energía de los alimentos, y cuando su microbiota se trasplanta a los intestinos de ratones delgados, los receptores delgados aumentan de peso.
También informa Carolina Sosky, que mientras estos hallazgos salían a la luz, los científicos descubrieron que los trasplantes fecales eran un tratamiento notablemente efectivo para Clostridium difficile, una infección bacteriana devastadora que a menudo ocurre cuando los antibióticos diezman las bacterias intestinales sanas que la mantienen bajo control. Los trasplantes fecales de donantes sanos, administrados mediante colonoscopia o cápsulas que contienen heces desecadas, reintroducen bacterias beneficiosas en el intestino de los pacientes enfermos, proporcionando resistencia contra C. difficile.
“Una dieta con una elevada ingesta de grasa saturadas, ácidos grasos trans y azúcares y un bajo contenido de fibra, puede contribuir a una disbiosis o desequilibrio en la microbiota intestinal, lo que condiciona un ambiente proinflamatorio y la disrupción de la función de la barrera intestinal. Esto puede predisponer también a la obesidad, por lo que la microbiota intestinal juega un papel importante en la modulación del peso corporal del huésped”.
“A lo largo de la vida, la composición de la microbiota se ve modificada y alterada por varios factores, incluida la dieta, las enfermedades crónicas intestinales y sistémicas y el uso excesivo de antibióticos. Se ha demostrado que la microbiota intestinal podría estar relacionada con el desarrollo de la obesidad en diferentes niveles” señala la nutricionista.
Además recalca que “hoy sabemos que la aplicación de probióticos está asociada con importantes beneficios, como lo es en la reducción de grasa abdominal, índice de masa corporal, así como en la regulación del peso. En general se recomienda tomarlos por un período mínimo de 3 meses, empezando a ver resultados a los 15 días de haber empezado la administración. Los Probióticos en cápsulas se pueden consumir cuantas veces sean necesarias, y no presenta ningún efecto secundario ni restricciones”.