Marisabel Guiulfo Zender, conocida como Marisa Guiulfo, viajó a Estados Unidos a los 19 años, donde se casó con Tomás y tuvo a su primer hijo, y en ese país comenzó a desarrollar sus habilidades culinarias para compartir con amigos de todo el mundo.
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De vuelta en Perú, en los años 90, Guiulfo se hizo cargo del restaurante francés La Bonbonniere en el residencial distrito de San Isidro, que luego se extendió a otros puntos de la capital, dándole un toque criollo a su carta.
En Lima, la chef tuvo a sus otros tres hijos y comenzó a organizar fiestas y banquetes que la hicieron muy conocida por la calidad de su presentación y la variedad de su oferta gastronómica.
Con los años, sus hijos se unieron al negocio culinario de la madre, y especialmente el menor de ellos, el chef Coque Ossio, quedó al frente de La Bonbonniere.
La empresa se extendió a otras marcas y tomó el mando de restaurantes en otros lugares y exclusivos clubes de Lima.
En 2012, Guiulfo publicó el libro “Celebra la vida”, en el que condensa su filosofía de vida, dedicada a embellecer los momentos con amigos y familia, y también muestra los más glamorosos banquetes y bodas organizados por su compañía.
La conocida chef superó varias enfermedades durante su vida, como el cáncer y dolencias cardíacas, y en noviembre cumplió los 81 años.
Su deceso, comunicado el sábado, conmovió a distintas figuras del boom gastronómico peruano como Gastón Acurio que expresó su admiración y agradecimiento hacia Marisa Guiulfo, en sus redes sociales.
"Jamás bajaste la guardia, por más difícil que era la batalla. Jamás dijiste que no, por más complejo que era el desafío, jamás juzgaste ni criticaste a nadie por más distinto que fuera a ti", escribió Acurio en Instagram.
El chef del restaurante Astrid y Gastón añadió “descansa en paz querida Marisa Guiulfo. Tu ejemplo de vida acompañará por siempre nuestras vidas. Un abrazo muy grande a toda su familia y amigos, a quienes acompañamos Astrid y yo en la honda pena que hoy nos invade”.