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Al cierre del mes de octubre, la Policía Nacional ha registrado un total de 399 casos calificados como suicidio. La mayor cantidad de ellos se da en la franja etaria de los 18 a 29 años y la mayoría de las personas son del género masculino en Asunción y Central, dice el reporte.
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El hecho es que no siempre acabar con la vida de uno tiene que ver con una situación puntual que pasa la persona, dice la psicóloga Olga González. Puede ser o no algo terrible, algo que podríamos juzgarlo como hasta tolerable o solucionable, pero entonces, ¿qué hace que la persona piense que no va a poder tolerarlo, que es insostenible y que no hay esperanza? plantea.
González dice que las cifras arrojadas por la OMS (Organización Mundial de la Salud) nos dan cuenta que el suicidio está entre las tres primeras causas de muerte en personas de 15 a 44 años siendo la población juvenil (sobre todo la masculina) la más frecuente en las cifras de deceso por suicidio, y la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en América.
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“La muerte por suicidio ha aumentado a nivel mundial y especialmente en nuestro país en la última década incluyendo los casos de personas en riesgo con ideación suicida que no buscan ayuda” dice por su parte la psicóloga Sonia Báez. “En este sentido, en lo personal, creo que como psicólogos es nuestro papel asumir la responsabilidad de la explicación sobre el tema y la propuesta de utilizar protocolos claros y con evidencia científica que ayuden a reducir este grave problema bio-psico-social. Por ello se hace necesario realizar el trabajo preventivo, principalmente en jóvenes”, enfatiza.
Recomendaciones para proteger tu salud mental
Báez ofrece algunas recomendaciones y sugerencias de autocuidado de la salud mental.
A nivel físico: dormir las horas necesarias, y tener una higiene de sueño, comer sano, hacer deportes o caminar. Nivel social: dar afecto, saber pedir ayuda, crear nuevos vínculos y establecer relaciones sanas. Nivel emocional: practicar la autocompasión, el autoperdón, esta área incluye la capacidad que tiene la persona para el manejo de estrés y resiliencia. Nivel cognitivo: ayuda bastante la conexión con la naturaleza, leer, meditar, disfrutar del silencio, etc.
Pedidos desesperados
Por su parte, la Lic. González remarca en el hecho de que no debemos caer en la generalización y creencia errónea de que cuando un joven manifiesta sufrimiento, dolor, tristeza sea solo parte de la “rebeldía” adolescente, que ya se le pasará, o que lo hace por “llamar la atención”. Es un pedido desesperado de ayuda.
Esta profesional de la salud mental señala que toda conducta debe ser tratada, evaluada por profesionales idóneos, pues es mejor ante una señal de alarma o alerta pecar por exagerados que por negligencia , ya que está comprobado que en el 95% de los casos el que se va a suicidar AVISA de alguna forma, más aún en esta era de la información y la tecnología, donde casi siempre el joven deja “señales” con mensajes de desesperanza, angustia y sufrimiento.
González agrega que no se puede simplificar causa y efecto, es “multicausal”, responde a variables biológicas, psicológicas y sociales donde un estresor vital supera el umbral de tolerancia de un individuo, o se suma a un determinado trastorno mental preexistente que lastimosamente o no fue diagnosticado o no fue tratado.
Existen otras causas además de la depresión
De acuerdo a la psicóloga clínica Olga González, “frecuentemente creemos que solo la depresión es la enfermedad que lleva al suicidio”.
Pero en realidad son varios los trastornos que podrían estar relacionados a la conducta suicida, entre ellos:
- La distimia que es una forma de depresión más leve, pero de larga duración. También se la conoce como trastorno depresivo persistente. Las personas con esta afección también pueden tener episodios de depresión mayor en algunas ocasiones.
- Bipolaridad, trastorno de personalidad, ansiedad.
- Agorafobia que es un tipo de trastorno de ansiedad en el que tienes miedo a los lugares o las situaciones que podrían causarte pánico y hacerte sentir atrapado, indefenso o avergonzado, por lo que evitas este tipo de lugares o situaciones).
- Abuso de sustancias (drogas psicoactivas, alcohol y tabaco).
- Esquizofrenia, somatización y trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa.
¿Qué hacer?
La familia y amigos juegan un papel importante para la prevención. Así es que si alguien nota en otra persona algunas tendencias suicidas seguir las siguientes recomendaciones de la Lic. Sonia Báez: No juzgar a la persona, No reprocharle su manera de pensar o actuar. Tomar las amenazas en serio, no criticar, no discutir, no utilizar sarcasmos, ni desafíos. Minimizar sus ideas es una actitud equivocada.
Comprender que, por muy extraña que parezca la situación, la persona está atravesando por un momento muy difícil en su vida. Emplear términos y frases amables y mantener una conducta de respeto, por ejemplo. “Me gustaría que me dieras una oportunidad para ayudarte”. Sobre todo ser empáticos, no minimizar comentarios sobre deseos e muerte, no imponer opiniones y cuanto antes sea posible lograr canaliza a la persona con un profesional de la salud mental.