Cómo tratar los dolores de rodilla

Son articulaciones esenciales y están expuestas a fuertes cargas. Eso, a corto o a largo plazo, se hace sentir a través de dolores de rodilla. Según el cirujano Tobias Jung, estos se pueden dividir a grandes rasgos en dolores traumáticos tras accidentes y en padecimientos crónicos, siempre dependiendo de la edad.

Dolores de rodilla.
Dolores de rodilla.Christin Klose

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También es posible que un dolor crónico se origine a partir de un accidente, acota Jung, encargado de cirugía de trauma y ortopedia en el hospital Charité de Berlín, Alemania.

La razón más frecuente del dolor de rodillas es, sin embargo, el proceso natural de desgaste. Muchas veces este se resume bajo el concepto de artrosis.

El ortopeda Dieter Wirtz indica que puede tener los más diversos orígenes. Por ejemplo, desgaste en el cartílago, que a su vez lleva a una especie de reacción infecciosa en la articulación. “Se produce más líquido, las articulaciones se calienten, se hinchan y duelen”, explica el especialista.

También una modificación en el ángulo de las piernas -o sea, el genu valgo (piernas en X) o el genu varo (piernas zambas)- es una razón frecuente para que se desarrollen desgastes.

Un exceso de masa corporal también puede sobrecargar las rodillas. “Las articulaciones de la rodilla son los sismógrafos del sobrepeso”, dice Tobias Jung.

Otra posible causa de dolores en las rodillas son enfermedades reumáticas y los procesos infecciosos vinculados a ellas.

Y luego, lógicamente, están las lesiones en la práctica de deportes o por accidentes. En esos casos suele verse afectado el menisco, sostiene Tobias Jung. Pero también son posibles los desgarros del ligamento cruzado o los ligamentos laterales. A la larga, también pueden llevar a una artrosis.

Las causas de los dolores

Lo que está claro es que cuando se presentan dolores en las rodillas hay que detectar su origen. Es importante para ello realizar una historia clínica detallada, dice Dieter Wirtz. Eso significa revisar exhaustivamente los antecedentes del paciente para poder sacar conclusiones.

Según Tobias Jung, las preguntas decisivas son: ¿proviene el dolor localmente de la articulación? ¿O más bien es síntoma de problemas en la articulación de la cadera, en la pelvis, en la articulación sacroilíaca o en la columna vertebral? En el caso de las niñas, muchas veces las molestias son en esas zonas y se irradian a las rodillas.

¿Terapia conservadora o cirugía?

Cuando se detectó el origen, hay que encarar el tratamiento. Muchas veces, pero no siempre, este puede ser sin cirugía. “Las lesiones en los tejidos blandos en torno a la rodilla, los desgarros musculaes o los problemas de tendones se pueden tratar de manera conservadora, por ejemplo, con fisioterapia”, dice Dieter Wirtz.

¿Y cuándo hay que operar? “Recomendamos una cirugía cuando está claro que con gran probabilidad no lograremos con una terapia conservadora el mismo resultado que con una operación”, precisa Tobias Jung.

Prótesis de rodilla y células madre

En el caso de una artrosis, una prótesis de rodilla puede ser una solución, siempre y cuando ni la fisioterapia ni los analgésicos ni las infiltraciones ni los vendajes mejoren la situación y el paciente ya no se pueda mover bien. “De esta manera se alcanza un alto grado de alivio del dolor, movilidad y calidad de vida”, sostiene Wirtz.

Una terapia regenerativa, por ejemplo con células del propio cartílago, podría tenerse en cuenta en el caso de un daño local en el cartílago y una articulación por lo demás sana.

Sin embargo, Tobias Jung advierte: para ello primero deben resolverse las causas. Si el daño en el cartílago, por ejemplo, es consecuencia de otra lesión, no sanará si no se resuelve el problema original.

Pero, sea cual sea el tratamiento elegido, y en el mejor de los casos, la vida se podrá después continuar como siempre, pero sin dolor en las rodillas.

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