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Al principio, ni los propios especialistas en protocolo y ceremonial la tuvieron fácil. “Fue muy difícil implementar estos nuevos saludos. La gente estaba acostumbrada al abrazo, al beso y al apretón de manos”, dice Auda Roig especialista en protocolo y ceremonial.
A nivel universal y en tiempos “no pandémicos” el saludo por excelencia es el apretón de manos. Pero dadas las circunstancias los especialistas debieron repensar rápidamente en opciones porque, pese al encierro, todavía había reuniones que se llevaban a cabo y que requerían una nueva forma de saludo.
Entonces, cuenta Roig, se guiaron por el protocolo sanitario, que es el que rige hasta ahora a nivel mundial. “Esto nos obligó a implementar los saludos de puños cerrados (puñitos), codo con codo y también antebrazos”, dice, pero también recuerda otros tipos de saludos que son aplicados.
Saludo oriental: Es el más formal y se utiliza incluso desde antes de la pandemia. Los de la cultura oriental se manejan con sus 70 cm impenetrables de espacio personal. Ellos se saludan con una leve inclinación de cabeza. Ahora bien, es importante saber que cuando se está saludando a una persona con mayor precedencia que una la inclinación de cabeza es un poco más pronunciada. Por ejemplo, si vas a saludar a tu abuelo o una autoridad. La inclinación se realiza una sola vez y la persona saludada responde. Si se hace repetidas veces, el saludo será interminable.
Saludo hindú: Es mucho más formal y respetuoso. En este tipo de saludos se juntan ambas manos bajo la barbilla y corresponde que respondamos de la misma manera. Un dato importante es que en protocolo y etiqueta siempre debemos retribuir los gestos y este caso no es la excepción.
Saludo de reinas: Marca distancia y se realiza agitando de manera sutil y suave una mano cuya elevación no debe sobrepasar la altura del hombro o la frente.
Puños cerrados: O el llamado popularmente “puñito con puñito” es el más utilizado entre los jefes de Estado, en especial en Latinoamérica. Es formal “pero no tanto” y es para distender un poco el ambiente. Es universal y da la sensación de que la interacción es mucho más amigable y nos hace a todos iguales. Es por eso que también es el saludo más común entre amigos y conocidos.
Codo con codo: Es otra variante semiformal de saludo. De hecho, este tipo de saludo fue el primero en usarse, se volvió un modismo hasta que el saludo con puños se impuso.
Volviendo al apretón
Roig puntualiza que estas reglas ya están comenzando a romperse en especial en países europeos. “Ya están volviendo al apretón de manos porque el protocolo de salud en esos lugares ya les ha habilitado. En Latinoamérica todavía no salimos de ese protocolo cerrado dadas las circunstancias sanitarias aún no superadas”, refiere.
Quién debe saludar primero
La costumbre dice que el que “llega es el que tiene que saludar”, al respecto la experta dice que la persona que llega puede saludar oralmente, pero es la otra persona (jefe, anfitrión y autoridad) la que toma la iniciativa de decidir si saluda con la inclinación de cabeza, con las menos juntas, con “puñitos” o codo con codo, a lo que uno debe responder de la misma manera.
¿Qué pasa si quieren saludarte con un apretón de manos?
En ese caso hay que apelar a la amabilidad respondiendo con una frase de este estilo: “Demasiado quiero protegerte y no quiero que te pase absolutamente por eso no te pongo en riesgo de tener contacto directo”, a lo que sigue ofrecer el puño o el codo, de manera amable.
Cuándo pasarse el alcohol
Pero hay personas que incluso ofreciendo el codo tienen miedo de contagio, cuál es el momento adecuado para pasarse el alcohol de manera preventiva. “No es recomendable hacerlo inmediatamente después del saludo. Las mujeres generalmente llevan en su cartera su envase de alcohol y los hombres en el bolsillo. Se pueden esperar unos minutos y luego inclusive ‘invitar’ a la otra persona con el uso del alcohol de manos. También puede usarse antes de bajarse del automóvil y al regresar a él”.
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Ventajas del distanciamiento
Roig dice también que hay personas que se encuentran disfrutando de los protocolos de distanciamiento porque no son muy afectas al contacto físico. En tiempos no pandémicos, un tip que ofrece Roig para los caballeros es que si al saludar una mujer extiende la mano para un apretón está diciendo “no quiero besos ni abrazos”.
Finalmente, la mejor forma de saludar sin equivocarse, atendiendo el contexto sanitario, es el modo “puñito con puñito”.