El yute, el esparto, el algodón o el lino ya sea para piezas de mobiliario como para alfombras o lámparas están asociados a esta tendencia, vinculada a los meses de más calor, a pesar de que diferentes interioristas los consideran adaptables y aceptables en cualquier otra época del año.
"Está enfocado al verano, a las fibras naturales, a las cestas de mimbre, pero este estilo es algo más que eso", ha dicho a Efe la interiorista Mónica Garrido, quien ha creado en Casa Decor para La Redoute un espacio lleno de elementos naturales en los que "incluir el campo en una vivienda de ciudad".
La firma francesa apuesta por las fibras naturales para crear ambientes sostenibles, bien sea con textiles para el hogar realizados con algodón orgánico o priorizando la fabricación de proximidad en Francia y Europa para reducir así la huella de carbono.
Desde sencillos maceteros a espejos, sillones o sofás se visten con textiles naturales o maderas casi sin tratar con el objetivo de trasladar un espacio natural a cualquier estancia, tanto salones como dormitorios.
Los interioristas de la plataforma muymucho aconsejan que, para conseguir ese estilo bohemio y desenfadado, cálido y luminoso, lo ideal es combinar textiles, elementos decorativos y mobiliario en colores naturales y fibras, además de maderas con aspecto desgastado.
Accesorios en macramé, flores secas o cristal reciclado son otros de los aspectos que marcan tendencia para crear una atmósfera con una gran sensación de bienestar.
Para ellos el verde es sinónimo de boho, tanto en versión mini como en tamaño maxi. Como las plantas son la mejor opción aconsejan utilizar cestas y macetas en diferentes tamaños y formas.
Las directoras de Incasa Studio, Kika Payares y Ana María Sánchez, aconsejan dejar atrás el terciopelo y dar la bienvenida al lino en complementos como los cojines o las mantelerías.
Entre sus propuestas, apuntan la necesidad de potenciar los aromas frescos y, para ello, nada como recurrir a velas aromáticas, que recomiendan distribuir en las distintas estancias de la casa para que las fragancias se dispersen por todo el hogar.
Geraldine Florin, directora artística de Maisons du Monde, apuesta por metales finos para lámparas, jarrones y vajilla de barro o loza, siempre colorida para dar frescor y color incluso en invierno. Materiales que mezcla también con el cristal.
Apuesta por una combinación de tonos como el beige y el ocre, que "aportan calidez", mientras que el toque de negro "da lustre al interior".
En cuanto a la decoración con cestas, el equipo de estilistas de Maisons du Monde se ha inspirado en crear una colección con relieves, colores orgánicos y materiales naturales, "un homenaje al trabajo artesanal".
Los estampados cobran protagonismo con diseños con motivos decorativos vegetales, estilizados y degradados que se combinan con tonalidades naturales, entre azules y verdes, en contraste con un toque de color naranja.
En lo que respecta a los materiales, destaca el uso de la madera, ya sea tallada o lisa, siempre en tonos oscuros, combinada con el cristal -a veces ahumado, otras estriado o moteado- de jarrones con formas orgánicas.