Cargando...
Las carreras hípicas de Royal Ascot, famosas mundialmente en parte por los sombreros estrafalarios de los asistentes, se celebran hasta el sábado con la asistencia de unas 12.000 personas, lo que ha sido posible gracias a que el hipódromo participa en un programa piloto del Gobierno para organizar de forma segura frente a la covid acontecimientos multitudinarios.
El dress code (código de vestimenta) es claro en cuanto al largo de los vestidos, los trajes de los caballeros y en ambos, los sombreros no deben faltar. Este año se puede hacer el dress crossing; es decir, que las mujeres puedan optar por la etiqueta masculina y viceversa, siempre que se observen las estrictas reglas, según consigna la revista Vanity Fair en su versión digital.
En un artículo de Summun se resumen algunos puntos que tienen que ver con el código de vestimenta. Desde el año 2017 “está prohibido el escote barco que deja los hombros al descubierto así como los tocados al aire: deben tener una base de al menos 10 centímetros de diámetro. Sin embargo, en 2016 sí que se comenzó a aceptar los monos de una sola pieza siempre y cuando fueran largos y tapen los tobillos”, refiere el artículo.
Agrega que “en cuanto a los trajes, ya sean de falda o de pantalón, ambas piezas tendrán que ser del mismo color y estampado, y las faldas siempre tendrán que llegar hasta las rodillas. Ni mucho menos están permitidos los tops o las camisetas cortas que dejen al descubierto el ombligo o abdomen”.
La reina Isabel II vio el inicio por TV
La reina Isabel II del Reino Unido es una “fanática” de las carreras de caballos y cada mañana lee el diario especializado “Racing Post” para identificar a los sementales con más potencial a fin de mejorar sus propios establos reales, ha revelado el director de éstos, John Warren.
En declaraciones a BBC Radio 4, Warren aseguró que la soberana de 95 años siguió ávidamente por televisión la inauguración de las carreras hípicas de Royal Ascot, donde compiten varios ejemplares suyos, con la posibilidad de que asista en persona a final de semana.
“Obviamente, a la Reina le encantaría asistir, como se sabe es una fanática de las carreras de caballos, de ver las carreras y criar caballos, y ha estado yendo a Ascot toda su vida adulta”, afirmó.
Si asiste a esas carreras en el condado de Berkshire, que se celebran muy cerca del castillo de Windsor, donde reside durante la pandemia, Isabel II no participará en la tradicional procesión real en carroza, ni tampoco inspeccionaría personalmente a los animales, como le gusta hacer, indicó su empleado.
Warren explicó que todo lo relacionado con los caballos causa a la monarca una gran “fascinación” y le ofrece “un amplio escapismo” de todo lo que ha de afrontar en su vida cotidiana, que últimamente se ha visto sacudida por la muerte en abril de su esposo, el príncipe Felipe, y enfrentamientos en la familia.
Con información de EFE