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Quizá recuerde haber visto alguna vez, aunque sea en películas, a un grupo de personas realizando movimientos parsimoniosos y coordinados en algún parque, como si de una coreografía en cámara lenta se tratase. Es muy probable que hayan estado practicando Tai Chi, forma marcial muy arraigada en la cultura China pero que ha trascendido fronteras para dotar de sus beneficios a quien lo incorpore en su rutina.
En nuestro país se practica en pocos lugares. Un referente es Nelson Chaparro (40), docente de profesión. Comenta que enseña Expresión Corporal y Tai Chi en la UNA, materia que desarrolla con los alumnos de la carrera de Licenciatura en Música de la FADA (Facultad de Arquitectura Diseño y Arte). Es director del Templo Shaolin Paraguay y Representante Oficial del Kung Fu Shaolin en el país, maestro de Kung fu y Tai chi del Templo Budista Fo Guang Shan de Asunción, e instructor de yoga y meditación zen. Se inició en la práctica de las artes marciales Kung Fu y Tai Chi a la edad de 19 años y enseña ambas disciplinas desde el año 2005 hasta la fecha.
Chaparro cuenta que tuvo la oportunidad de conocer y practicar Tai Chi gracias a su entonces profesor de Kung Fu -José Amarilla, en la Academia Garra de Águila-, quien también practicaba esta disciplina. En 2009 Nelson viajó a Buenos Aires y fue aceptado como discípulo del Maestro Shaolin Shi Yan Xiang Jorge G. Buzzi y, hoy día, bajo la dirección y guía del mismo sigue ampliando y mejorando sus conocimientos acerca del Tai Chi y del Kung Fu de Shaolin, explica.
Chaparro dice que su motivación para continuar y perseverar en la práctica hasta el día de hoy fue que pronto descubrió los beneficios que brindan estas disciplinas, como vitalidad y equilibrio, mejoras en la flexibilidad y una sensación de bienestar interior pleno. “Hoy en día me sostiene el compromiso con la gente, de dar a conocer esta maravillosa disciplina y compartir sus múltiples beneficios con todos”, sostiene.
El maestro cuenta que el Tai Chi es fundamentalmente un arte marcial que surge y se desarrolla en este sentido como una técnica refinada y sutil de defensa personal. Señala que se puede clasificar al Tai Chi en tres grandes escuelas: la marcial, la médica y la religiosa; y según los fines que persigue cada grupo sus objetivos serán distintos. “Podemos decir hoy en día que el Tai Chi es una actividad física marcial y deportiva”.
El origen del Tai Chi
En cuanto a su origen, este “se pierde en los múltiples pliegues de la historia china”, indica. “Se sabe que el Tai Chi se originó y desarrolló en la antigüedad china y fue trasmitido de generación en generación por diversos maestros del arte. La historia cuenta que en las montañas sagradas del Taoísmo vivía un monje al que se le atribuye la creación del Tai Chi. Se trata del Maestro y Monje Taoísta Chang San Feng, durante la Dinastía Song (960- 1279). A él se le atribuye la creación de las trece posturas básicas del estilo” narra y añade que fue esto lo que posteriormente los grandes maestros codificaron y transmitieron como técnicas para la posteridad.
Excelente para cualquier edad
El maestro explica que el Tai Chi consiste en una serie de movimientos realizados en forma lenta, con suavidad y concentración, acompañados de una respiración natural constante y tranquila. Los beneficios para el cuerpo y la mente son múltiples y van desde una mejora del estado físico general, flexibilidad y fuerza, hasta vitalidad, disminución del estrés, y mejoría en la circulación sanguínea. Otro plus es que aporta claridad mental, equilibrio, concentración y una profunda relajación.
Además, refuerza el sistema respiratorio y fortalece el sistema inmunológico, lo que lo hace ideal en estos tiempos de coronavirus, más aún teniendo en cuenta que el Tai Chi no tiene contraindicaciones y puede ser practicado por personas de todas las edades, ya que ayuda tanto en el desarrollo como en el mantenimiento y recuperación de un excelente estado físico. “Estudios recientes realizados por la Universidad de San Diego en California demuestran que una práctica regular de actividad física influyen en la recuperación de pacientes con síntomas leves de covid-19”, señala Chaparro.
Cuenta que una clase para principiantes tiene una duración de 30 a 40 minutos y en un nivel intermedio o avanzado estas pueden ir de una hora a una hora y media o dos, incluido un breve periodo de descanso. El experto indica que lo ideal es practicar diariamente al menos 20 minutos de Chi Kung o ejercicios de respiración, pero con dos o tres veces por semana se obtienen igualmente muy buenos resultados.
Encuentro de Tai Chi al aire libre y abierto al público
El Templo Shaolin Paraguay está ubicado en la Ciudad de San Lorenzo, específicamente en el Barrio Santo Tomás (calles Cayo Octavio entre 24 de junio y Francisca Martínez). Este recinto está dedicado a la enseñanza y difusión del Kung Fu del Templo Shaolin, Tai Chi Chuan, yoga y meditación zen.
En esta ocasión invita a una práctica abierta y gratuita por el Día Internacional del Tai Chi -cuyo objetivo es promover la práctica de esta disciplina en la población, para beneficio de todos-; el encuentro será al aire libre y se realizará bajo todos los protocolos sanitarios vigentes. La cita es en la Plaza Batallón 40 de Asunción (Eligio Ayala y General Aquino), el domingo 25 de abril de 9 a 11: 30h. Tener en cuenta que si bien la celebración mundial es el sábado, esta actividad se realizará el domingo.
No deje pasar la oportunidad de conocer una actividad tranquila, al aire libre, y que solo podrá traerle beneficios.
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