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Si somos nosotros los que hemos fallecido en sueños, nos referimos a un cambio interno, el sueño nos invita a reflexionar sobre aquellos aspectos importantes de nuestra vida que debemos cambiar radicalmente.
Viviana relataba: “Soñé que estaba muerta, en la sala de mi casa, acostada boca arriba, parece que me estaban velando y afuera de la casa pude ver una camioneta” La idea del cambio está representada por la muerte, y también aparece en este sueño, una camioneta estacionada, los vehículos también son símbolo de cambio, y al estar inmóvil y fuera de la casa, es una representación de que el cambio es necesario para tomar un nuevo camino en su vida.
En caso que sea otra persona la que muere en nuestros sueños, se debe reflexionar acerca de lo que esa persona representa para nosotros en nuestra vida, así podemos determinar a qué ámbito de la vida se refiere.
Otro aspecto es el de soñar con personas ya fallecidas. Todos hemos sufrido la pérdida de un ser querido, una persona tan cercana que sentimos que nos deja con un gran vacío, con una tristeza tan grande que nos cuesta encontrar fuerzas para seguir adelante. Pero a pesar del dolor, continuamos con la vida y vamos procesando las etapas del duelo a nuestro tiempo.
Negación, tristeza, ira, negociación y aceptación… son las etapas que vamos experimentando (pueden ser en cualquier orden) y además del apoyo que podemos tener de la familia, amigos y seres queridos, también nos ayuda nuestro propio inconsciente a través de los sueños.
El cerebro tiene una necesidad innata por establecer un cierre, y no es diferente cuando hemos perdido a una persona con la cual no tuvimos la oportunidad de conversar por última vez, que no pudimos despedir, ni expresarle nuestros sentimientos.
Es muy común soñar que tenemos esa conversación pendiente y buscar alivio en lo profundo de nuestro ser. Podemos despertar con una sonrisa o con un gran sentimiento de alivio luego de haber compartido unos momentos con esa persona especial, y para el cerebro, la experiencia es tan real como si fuera verdadera, y los sentimientos que experimentamos pueden ser tan intensos que la sensación del abrazo que podemos haber dado es reconfortante para el alma.
Así también, como parte de la aceptación, podemos revivir en sueños varias veces el mismo evento, ya sea del modo en que pasó o de otras maneras diferentes a cómo sucedió, hasta que comprendamos que esa persona ya no está físicamente en nuestra vida.
Sofía sueña mucho con su madre recientemente fallecida, en sus primeros sueños experimentaba una y otra vez el evento, se veía en el hospital, y veía a su madre con todas las conexiones de los artefactos hospitalarios hasta que se apagaba ante sus ojos sin poder hacer nada. Últimamente, luego de un acompañamiento psicológico, los sueños con su madre son conversaciones, lejos del ambiente hospitalario y la han reconfortado bastante.
Soñar con la muerte de una persona que sabemos que padece de una enfermedad o que se encuentra en estado de salud grave, puede ser simplemente una representación de nuestra preocupación y del temor interno que tenemos de que eso suceda en la vida real.
Actualmente, con la pandemia que estamos viviendo, se han incrementado los sueños relacionados a la muerte, estimulados por el temor de la perdida de seres queridos que podrían caer victimas del covid19.
En toda interpretación onírica es muy importante conocer la realidad actual del soñador para lograr una descripción acertada, de tal manera a que se la pueda ayudar desde lo que le dice el inconsciente a través de las imágenes soñadas.
Te gustaría saber más? Te invito a dejar en los comentarios los temas que son de tu interés para ser abordados en los próximos artículos.
*Especialista en gestión de talento humano y orientación en psicología analítica.