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“El ronquido en etapas iniciales no es más que una molestia para la pareja que acompaña o a los padres que escuchan. Se siente ansiedad y preocupación con respecto a esto y es importante una consulta para definir el grado de severidad y la causa que lo genera”, afirmó el Prof. Dr. Enrique Pérez Girala, especialista y docente de la Cátedra y Servicio de Otorrinolaringología.
Explicó que generalmente los pacientes que roncan son traídos hasta la consulta por sus parejas o los padres, en los casos de menores de edad. La mayoría de las veces, uno no siente sus ronquidos, aunque a veces, la persona puede percibir que ronca por las noches. Señaló que el ronquido de por sí no representa un problema mayor, pero puede llevar a complicaciones de mayor envergadura como el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño, que pone en riesgo la vida del paciente.
Ronquidos en la niñez y adultez
En la niñez, lo que principalmente causan ronquidos son la obstrucción nasal por la presencia de una hipertrofia de cornetes, hipertrofia del tejido adenoideo (que está en la rinofaringe) o una hipertrofia en las amígdalas. A esto le puede acompañar la estructura del macizo facial, la característica del mentón o el desarrollo maxilofacial, cuando un mentón corto o una retronagtia que puede generar con más frecuencia el ronquido. También influye una lengua grande, un paladar blando o una campanilla prominente que podrían generar obstrucción, toda la estructura anatómica que pudiera estrechar el tracto respiratorio superior. “Entonces, en los niños la principal causa de ronquido nocturno es la hipertrofia adenoidea y la hipertrofia de amígdalas”, sostuvo.
En tanto que en los adultos la hipertrofia adenoidea es menos frecuente, pero la hipertrofia amigdalina sí puede persistir, ya sea completando el desarrollo del macizo facial donde la mandíbula puede quedarse corta o presentar una retrognatia. Asimismo, tener una lengua grande, los paladares blandos muy complacientes, una úvula de tamaño importante y un tono de las paredes musculares de la faringe muy débiles, hacen que colapse fácilmente esta vía respiratoria y eso genera el ronquido en los adultos.
Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (AOS)
La gravedad de los ronquidos se presenta cuando llega a la forma más severa, lo que se conoce como Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño. “Es cuando hay un colapso de las vías respiratorias, el cuerpo termina agotado y el trastorno suele ser tan intenso que la propia inspiración de la persona no es capaz de vencer el cierre. Ese colapso entonces queda en apnea”, puntualizó el profesional.
Estos son los periodos del tiempo que la persona queda sin respirar y el cuerpo está intentando vencer ese síncope que se genera. Las apneas pueden ser de cortos a largos periodos de tiempo; en ocasiones alrededor de un minuto o más y en estos periodos bajan mucho la saturación de oxígeno y hay una sobrecarga cardíaca
“A largo plazo el síndrome de apnea obstructiva del sueño, cuyo síntoma principal es la somnolencia diurna, conlleva a un problema cardiovascular del lado derecho específicamente y acarrea una insuficiencia cardíaca, por eso es severo”, indicó el especialista.
Pérez Girala explicó que el síndrome de apnea obstructiva del sueño se asocia con mayor frecuencia, aunque no exclusivamente, a pacientes con sobrepeso y obesidad. Por ejemplo, el ancho o grosor del cuello cuenta como factor predisponente, además se debe tener en cuenta que uno de los síntomas de la apnea es tener mucho sueño durante el día. “Las personas con cuello grueso tienen mayor posibilidad de presentar el cuadro de apnea del sueño, es por ello que es importante consultar ante el conocimiento de que se ronca”, dijo.
Tratamientos
El tratamiento del ronquido o su caso más severo, que es la AOS, se da a través de un equipo multidisciplinario. Se debe identificar en qué lugar se encuentra la obstrucción respiratoria (si es en la nariz, en la rinofaringe, la faringe o en la boca), para ofrecer el correcto tratamiento. Para el diagnóstico de la apnea obstructiva del sueño se solicita una polisomnografía, fundamental para un diagnóstico y plan terapéutico.
Los tratamientos probables sería el proceso medicamentoso, eventualmente con antialérgicos, antiinflamatorios tópicos nasales. Otra, la cirugía de desobstrucción de las vías aéreas nasales superiores, la corrección de causas que produzcan obstrucción nasal como desvío de tabique e hipertrofia de cornetes, sinusitis o alergia. En caso de ser adenoides de tamaño no muy importante, la adenoidectomía, que es la extirpación de ese tejido. En los niños el manejo es mucho menos complejo que en los adultos, porque hay factores más asociados, atendiendo que el origen del síndrome de apnea del sueño es multifactorial.
Otra opción es la cirugía faringoplastia, procedimiento que aumenta el diámetro del tracto respiratorio superior de la faringe, que puede llegar a mejorar el grado de apnea obstructiva del sueño. Ante la no mejoría o de un diagnóstico previo que la cirugía no será efectiva para el tratamiento, el profesional indicó un sistema que introduce presión positiva para vencer el colapso de la vía respiratoria, a través de los dispositivos CIPAP. Estos son conectores con mascarillas naso-nasales o nasales solas y el paciente debe utilizarlo por las noches, para que cada vez que colapsan las vías respiratorias, este sistema manda presión positiva, evitando que el paciente quede en apnea. Este es el tratamiento final de una apnea del sueño.
En casos más rígidos, cuando ya pone en riesgo la vida del paciente por la apnea muy severa que presenta, la solución última de tratamiento es la traqueostomía, que sirve para mantener la vía respiratoria abierta.
La Cátedra de Otorrinolaringología tiene habilitados los siguientes números para atención y agendamiento de pacientes: (0986) 275012 y (0986) 272827 de lunes a viernes de 07:00 a 12:00, además del servicio de consultas en línea a través de la aplicación Med&Casa, en la que el paciente puede registrarse, completar una ficha pre consulta y agendar cita por videollamada con un especialista.