Cuarentena, no dejar de cultivar pensamientos positivos

El aislamiento que vivimos para prevenir y/o aminorar los casos de covid-19 y evitar una catástrofe a nivel nacional es lo que se nos recomienda, pero también el encierro y la rutina pueden alterar nuestro equilibrio emocional y mental.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2059
ABC Color

Cargando...

Para la Lic. Gabriela Vergara, todo lo que estamos sintiendo durante la cuarentena tiene que ver con problemas de base que se vuelven más evidentes. “Si tenés predisposición a la ansiedad o depresión, los síntomas pueden volverse más fuertes. El estado de incertidumbre, la presencia de una amenaza externa es una fuente de estrés con la que hay que aprender a lidiar, hay que desarrollar nuevas capacidades para eso. Aunque parezca difícil, es un momento de equilibrio para cuidar la salud: física y mental”, apunta.

-Salir del encierro a comprar comida o ir a la farmacia pasó de ser un acto simple a un momento de “libertad”, aunque hay mucho temor.

Cuando salimos es el momento de mayor estrés para las personas que extreman cuidado y salen cubiertas de pies a cabeza, pueden parecer precavidas, pero son de las que peor la pasan psicológicamente. El equilibrio está en tomar precauciones, pero a la vez saber soltar lo que no podemos controlar. Estrés y ansiedad bajan las defensas.

-Siendo empáticos debemos ponernos “en la casa del otro”; no todos tienen las mismas comodidades, espacio, alimentos, buenas relaciones.

La cuarentena nos confronta también con la realidad psicológica de nuestra casa. Si hay problemas en el hogar, se van a mostrar “en todo su esplendor” Tiempo de replanteos, de resolver problemas que estaban bajo la alfombra. Es una época para hacernos cargo, sin evadir ni autoengañarnos. Para otras personas, sin embargo, este puede ser un tiempo feliz por poder estar más con sus hijos, marido, esposa, de acercamiento, de conversaciones provechosas. No todo es tan dramático y se debe aprovechar lo bueno. Es importante resaltar lo positivo de lo que estamos viviendo, inclusive descansar y tener tiempo para hacer cosas que antes no podíamos o que no nos imaginábamos.

-Se lanzan consejos como colaborar en las tareas domésticas, pero hay riesgo de acabar odiando la casa.

La tolerancia al tedio o aburrimiento es algo que no tenemos desarrollado, antes la manera de lidiar con ello era saliendo a hacer cosas, ahora no podemos salir. Nuevamente, es una oportunidad de desarrollar capacidades. Por otro lado, se puede estar mucho tiempo sin hacer nada, con los días se vuelve más fácil porque se adquiere el hábito. Hay que ver si estamos demasiado convencidos de que no hacer nada es malo, en ese caso, hay que dejar ese pensamiento de lado. El día no es tan largo como parece y se hace lo que se puede. No le debemos explicaciones a nadie.

-En familia las 24 horas, ¿quién lo sufre más: papá, mamá, los niños?

Los que realmente la tienen más difícil son los que tienen hijos pequeños a los que consintieron o malcriaron. Algunas mamás y papás no pueden ir ni al baño de sus hijos. ¿Por qué pasa esto? Porque los niños piensan “soy el dueño de mi papá/mamá, vive para mí”. No. Se les debe hablar desde pequeños que necesitamos nuestro propio tiempo y espacio, hay que continuar educando con límites. También incluir disciplina en la rutina en casa, por ej. horarios para levantarse y dormir, comer, etc. Estos tiempos no deben volverse un “les dejo hacer todo porque están aburridos”. Los chicos también deben aprender la tolerancia al aburrimiento, inventar juegos ellos mismos.

-Se extiende la cuarentena, ¿cómo gestionamos lo que antes no sentíamos aún conscientes de la situación, pero ahora sí (frustración, encierro, ganas de que todo acabe de una vez, etc.)?

Aprender a hacernos cargo de nuestras propias emociones es algo que no nos enseñaron nunca, entonces toda la vida estuvimos buscando la forma de evitar sentirnos mal con fiestas, hablando con gente, saliendo. Pueden pasar todas las emociones negativas, pero no va a ser nada que no esté ya dentro nuestro, esperando cualquier crisis para mostrarse. Por eso es momento de afrontarlas.

-¿Cómo lidiamos en un mismo espacio con nuestros problemas más los de los demás?

Solucionando lo que está en nuestras manos, y dejando de lado la preocupación por lo que no podemos solucionar. A veces nos preocupan los demás, pero no tenemos total control sobre ellos, entonces no podemos vivir estresados por ellos. Para lidiar con el mal carácter de otra persona es importante aprender a ignorar y postergar la conversación para cuando el otro esté más relajado.

Lic. Gabriela Vergara.
Lic. Gabriela Vergara.

-Hay personas que compran compulsivamente en esta crisis, ¿qué significa esta conducta?

En una familia que compra en exceso, probablemente hay mucho miedo y estrés; muchos no se dan cuenta de que eso es lo que realmente está pasando, hay que prestar atención. Puede ser todo un reto equilibrar, comprar dentro de las posibilidades, tal vez economizando, sin excesos y sin salir a cada rato.

-¿Qué errores comunes cometemos en la cuarentena?

Sobrecargarnos de información negativa. Querer saber el número de muertos o quién está infectado, eso es morbo, no es algo útil o necesario. Ya sabemos que la situación es delicada, no hay necesidad de saber todo a cada segundo. El pensamiento positivo parece un cliché, pero es importante pensar de la mejor manera, sin sentirnos ingenuos por ello. Si bien, pensar en positivo es un riesgo porque podemos estar equivocados, aún así hay que hacerlo. No pienses “mi familiar se puede enfermar, qué pasa si yo me muero”. Si pensás lo peor podés estar en lo cierto, pero si pensás lo mejor, también. Entonces, ¿para qué pensar justamente lo peor?

-Sabemos que debemos regular el whatsapp, pero como toda adicción, cuesta.

Aunque sea difícil, es importante poner límites a los grupos de WhatsApp, saber desconectarse del tema “coronavirus” por salud mental. No sirve de mucho el aislamiento físico sin el mental, y que bajen nuestras defensas por la cantidad de pensamientos y emociones negativas y de estrés. Buscar la lectura, películas, series, documentales, aprender a hacer algo nuevo, nuevas recetas, manualidades, bricolaje, algo positivo y constructivo.

-¿Cuánto tiempo aguanta una persona relativamente sana estar aislada?

Dependerá de cómo lo afronte, no puedo decir un tiempo exacto. Hay experiencias en la Historia de personas que soportaron meses encerradas. Espero que no sea nuestro caso.

-¿Cuándo se precisa buscar ayuda profesional?

Se puede buscar atención presencial al finalizar la cuarentena, pero si estamos muy mal, es momento de buscar ayuda especializada, no solamente para las crisis sino también para una ayuda integral. Es una magnífica oportunidad para tomar las riendas de nosotros mismos: cuánto más esté acostumbrado a responsabilizar a los demás o al mundo por mi propio bienestar, es menos probable que sobrelleve este tipo de crisis. Es momento de cambiar. Varios profesionales estamos atendiendo online y las terapias son bastante completas.

-¿Qué observás en lo cotidiano sobre esta cuarentena?

Me llama la atención cómo la gente que sabe, por ejemplo, que alguien de su trabajo contrajo la enfermedad entra en pánico, como si el miedo hiciera menos probable la infección. Esa necesidad de controlarlo todo, es lo que dispara la ansiedad y el estrés. Se hace lo que se puede, hay cosas sobre las que no tenemos control y eso se debe aceptar desde ya. Si se siguen las pautas de este artículo, la tendencia al pánico puede disminuir. Depende mucho del carácter también, si ya éramos o no miedosos, vulnerables, etc. En esta situación que atravesamos es importante pensar que vamos a estar todos lo mejor posible. En pocas, palabras, tener fe.

-Cuidarnos para cuidar a nuestros seres queridos nos impulsa a hacer las cosas bien.

Una de las mejores maneras de sentirse mejor es pensar más en los demás que en uno mismo. Organizarse con amigos, conocidos, grupos, para dar la mano a gente que lo necesita. La solidaridad es más necesaria que nunca.

Técnica de relajación

Me tomo un tiempo para recostarme sin distracciones, respiro profundo, cuento para atrás de 10 a 1, relajo los músculos, pongo música de relajación con auriculares, por ejemplo, con sonido del mar, me imagino que el agua de mar me limpia la mente de todos los pensamientos y emociones negativos. Ubico en qué parte del cuerpo me molesta la emoción, a veces es dolor en el pecho o cuello, nudo en la garganta, imaginarnos que los disolvemos y borramos. “Es un ejercicio que requiere algo de constancia y práctica, pero ahora tenemos tiempo y no hay excusas”, finaliza la profesional.

*Para más información sobre terapia online escribir un correo a pradeh@gmail.com o llamar al 0991 821 296

lperalta@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...