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"Si por ejemplo el yogur todavía se ve bien, huele bien y sabe bien, se puede comer", afirma Janina Delp de la iniciativa "Zu gut für die Tonne" (del alemán, "Demasiado bueno para la basura") impulsada por el Ministerio alemán para la Agricultura y la Alimentación.
Es muy positivo que algunos fabricantes añadan ahora a la fecha de vencimiento del alimento las palabras consumir "al menos" hasta...
"La fecha de vencimiento no es la fecha límite para deshacerse del alimento y por lo tanto saludamos cualquier iniciativa que lo indique expresamente", destaca Delp.
A continuación, algunos ejemplos suministrados por el centro de asesoramiento al consumidor en Hamburgo de alimentos que se pueden seguir consumiendo fuera de la fecha de vencimiento:
1. Queso envasado: Aunque empiece a acumularse líquido en el envase, no hay que tener miedo. Esto es inofensivo porque es suero de leche natural.
2. Papas: Las patatas arrugadas aún se pueden seguir comiendo, por ejemplo en forma de puré.
3. Huevos: Se pueden consumir después de la fecha de vencimiento. Aún así son excelentes para hornear. Para verificar si el huevo aún es apto para comer se recomienda hacer la prueba del vaso de agua.
Si el huevo se hunde al colocarlo en un vaso con agua está fresco; si el huevo se sumerge pero queda en posición vertical no está fresco, pero aún se puede consumir. Si en cambio el huevo permanece flotando, llegó el momento de tirarlo a la basura.
4. Pan: ¿Que hacer con los restos de panecillos que sobraron del día anterior o con la baguette que está dura como un palo?
La presidenta de la Asociación Alemana de Trofología (VDOE, por sus siglas en alemán), Monika Bischoff, sugiere hacer una "panzanella".
Para preparar cuatro porciones de esta ensalada italiana se necesitan 250 gramos de pan. Este se corta en rodajas finas y se tuesta. El pan tostado se corta luego en trozos del tamaño de un bocado.
Además, se cortan en pequeños trozos 1 pepino, 1 pimiento y 750 g de tomate, 3 tallos pequeños de apio y se agrega 1 cebolla roja cortada en rodajas. Se coloca todo en un recipiente grande y se mezcla. Se le añade albahaca y perejil picado.
Como aderezo, se mezclan 3 cucharadas de vinagre suave, 3 cucharadas de aceite de oliva, 2 dientes de ajo prensados, sal y pimienta. Deje reposar la mezcla durante 15 minutos. También se puede añadir atún en su propio jugo, queso de oveja, alcaparras o aceitunas.
5. Frascos herméticos para conservas: Bischoff indica que los frascos de vidrio que se han conservado con fruta durante años en la alacena “se mantienen por más tiempo en buenas condiciones que la fruta congelada”. Los gérmenes y las bacterias mueren cuando se conservan los alimentos.
"Si la tapa no se abulta, no se ve moho y la fruta no parece deshacerse, todavía se puede consumir." A lo sumo, la fruta ha perdido un poco el color y el aroma, detalla.
6. Mermelada: El calor y el azúcar determinan la duración de la mermelada. Si se tritura la fruta y se endulza en frío, la mermelada se conserva hasta dos semanas en el refrigerador, según los expertos de “Demasiado bueno para la basura”.
Si en cambio la fruta se cocina, el dulce puede almacenarse hasta un año en un lugar fresco y oscuro. Si después de unos meses la mermelada casera adquiere una tonalidad marrón o gris, significa que la luz solo ha afectado la coloración natural, pero el sabor sigue siendo el mismo.
7. Chocolate: La iniciativa del Ministerio para la Agricultura y la Alimentación y la Academia de Panadería Alemana de Berlín-Brandeburgo han desarrollado una receta para el chocolate que se ha puesto viejo o gris.
Para hacer nueve panecillos dulces se necesitan 200 gramos de chocolate.
Triturar el chocolate y amasarlo junto con 500 g de harina, 25 g de levadura, 50 g de azúcar y 50 g de mantequilla, un huevo, 150 ml de agua, una cucharadita de sal y un chorrito de limón y de vainilla y 100 ml de leche fría.
Dejar reposar la masa durante 10 minutos, formar bollos del tamaño de un huevo y colocarlos en un horno a 30 grados.
Durante los 30 minutos de fermentación, pincelar los bollos varias veces con agua hasta que hayan alcanzado el tamaño de un panecillo. Sacar los panes del horno y cubrirlos con un paño de cocina.
Luego pincelarlos nuevamente con agua y hornear durante 16 minutos a 210 grados. Finalmente untar con mantequilla líquida y espolvorear con azúcar.